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La crisis sanitaria por Covid-19 tomó por sorpresa a los hogares mexicanos, sobre todo a los de las comunidades indígenas , pues 85.5% no tenía computadora o tableta, y 9 de cada 10, además, no disponían de internet, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
En el estudio “Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México . Cifras del ciclo escolar 2019-2020. Principales hallazgos”, elaborado por esa institución, se destaca que los estudiantes que tenían las herramientas tecnológicas y cierta estabilidad económica en sus hogares pudieron continuar sus estudios adaptándose a las nuevas formas de aprendizaje remoto.
En cambio, para otros estudiantes y sus familias pudo significar un gran esfuerzo económico la posibilidad de contar con los dispositivos necesarios a fin de conectarse con sus escuelas, y para unos más produjo una interrupción de sus trayectorias escolares”.
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“Fueron los hogares que antes de la pandemia no tenían acceso a tecnologías de la información los que se enfrentaron a un mayor desafío para lograr que la población inscrita en la escuela pudiera continuar con su escolarización a través de esta estrategia”, cita el estudio “Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México. Cifras del ciclo escolar 2019-2020. Principales hallazgos”, elaborado por esa institución.
Destacó que los hogares que al comienzo de la contingencia sanitaria estaban mejor equipados para sostener el trabajo educativo a distancia mediante tecnologías fueron los ubicados en localidades urbanas de medio a muy bajo rezago social y donde la jefa o el jefe de familia no era indígena y contaba al menos con la educación básica completa.
Debido a que la educación se les ofrecía únicamente a través de tecnologías de la información, explicó, otros hogares tuvieron que adquirir los recursos necesarios para evitar que sus miembros se rezagaran en sus clases, o incluso que se profundizara el riesgo de que estos abandonaran su trayectoria escolar.
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