Con bastón de mando en mano, el presidente Andrés Manuel López Obrador da su primer discurso masivo con este cargo, desde la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
"Estamos recibiendo un país en quiebra, sobre todo en el sector energético", dijo López Obrador luego de recibir una bendición y el símbolo del liderazgo indígena mexicano.
Da además un listado de 100 puntos de austeridad, muchos de ellos ya expresados durante su última campaña presidencial.
Dijo que los delitos relacionados con corrupción ya serán considerados como delitos graves.
“Luego de recibir el bastón de mando de los pueblos originarios de nuestra gran nación, reafirmo el compromiso de no mentir, no robar, y no traicionar al pueblo de Mexico”, dijo ante miles de mexicanos que lo aplaudían emocionados.
Recordó su primera alocución del día, en el Congreso de la Unión, y su repudio a los vicios del viejo régimen. Asimismo, reafirmó su idea de iniciar una cuarta transformación en la nación.
“Ahora quiero expresar lo que ya hemos hecho y estamos por iniciar. Lo que bien podríamos llamar ‘una modernidad’ forjada desde abajo y para todos”, agregó. “Después de la purificación a la investidura presidencial por los pueblos indígenas de México, diría para resumir en una frase lo que buscamos, lo que anhelamos: la purificación de la vida pública de México”.
Continuó reafirmando compromisos que ya había expresado e inició con prometer atención especial a los pueblos indígenas.
“Es una ignominia, una vergüenza, que nuestros pueblos originarios vivan desde hace siglos bajo la opresión y el racismo con la pobreza y la marginación a cuestas”, expresó. “Por eso, todos los programas del gobierno tendrán como población preferente a los pueblos indígenas de las diversas culturas del país. Se atenderá a todos los mexicanos sin importar creencias, clases, organizaciones, sexo, partidos, sectores económicos o culturales, pero se aplicará el principio de que por el bien de todos, primero los pobres”.
Con información de AP
ml*