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Gobernadores del Bajío del país manifestaron su apoyo a la estrategia que implementó el gobierno federal para combatir el robo de combustible.

El gobierno federal, por su parte, se comprometió a que en un plazo de 48 a 72 horas se abrirá el ducto Salamanca-Guadalajara, que surte al Bajío; se brindará mayor vigilancia para los ductos y el transporte de combustible. Sin embargo, advirtió que será a mediano plazo cuando se pueda contar con un sistema alterno de transporte de combustible para no depender de los ductos.

La Secretaría de Gobernación expuso ante los mandatarios estatales que existen mil 700 carpetas de investigación por el robo de combustible y se refuerzan para evitar que “se caigan”. La titular de la dependencia, Olga Sánchez Cordero, llamó al Congreso federal a aprobar la reforma constitucional mediante la cual se busca tipificar el robo de combustible como delito grave.

Los gobernadores de Querétaro, Francisco Domínguez; Jalisco, Enrique Alfaro; Estado de México, Alfredo del Mazo; Hidalgo, Omar Fayad; Michoacán, Silvano Aureoles, y de Guanajuato, Diego Sinhue, se reunieron con las secretarias de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; de Energía, Rocío Nahle; el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, así como con representantes de la Defensa y Marina para tratar el tema del desabasto de gasolina.

Alfonso Durazo subrayó que el mayor problema se tiene en el ducto Tula-Toluca, el cual, dijo, es una “auténtica coladera”.

El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, comentó que se explora la posibilidad de contratar ferrotanques para la distribución del combustible. Pero por lo pronto, añadió, se espera la autorización de Pemex para llevar a su entidad 100 pipas más.

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