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Este jueves se recordó cómo hace más de tres décadas el Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, tomó la decisión histórica de abrirles las páginas de El Gran Diario de México a cuatro candidatos presidenciales opositores al régimen priista en plena elección federal de 1988, con todo lo que ello implicaba políticamente.
Ayer, en el patio central de la antigua sede del Senado de la República, en el corazón de la capital del país, y ante la mirada de la estatua del primer senador de oposición, el chiapaneco Belisario Domínguez, se presentó el libro Historia de la pluralidad en EL UNIVERSAL. La construcción de la democracia en México, que recopila varios de los artículos completos de cuatro candidatos presidenciales opositores al Partido Revolucionario Institucional en 1988: Rosario Ibarra de Piedra , Heberto Castillo, Manuel J. Clouthier y Gumersindo Magaña.
El Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz escribió en las páginas de este nuevo documento histórico que cuando asumió la dirección general de EL UNIVERSAL el diario enfrentaba una grave crisis laboral y financiera en 1969, pero México vivía días complicados por la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, y eso detonó en un referente para la transformación social y política de México.
Además, aceptó que había un evidente control férreo de los medios de comunicación desde el poder político y en las calles había grandes demandas para que esto cambiara.
Y precisamente en los medios de comunicación había el reflejo de que la sociedad no ejercía el derecho a la libertad de expresión y el respeto a la diversidad de opiniones: “Nuestra democracia existía en los discursos, pero estábamos muy lejos de vivirla”, escribió Ealy Ortiz.
El Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración aceptó que en aquella época era indispensable emprender un cambio radical en la manera de ejercer el periodismo si se quería lograr alguna transformación. “Era indispensable ser completamente profesionales en el equilibrio de nuestra información, pero era también imprescindible que la pluralidad de las opiniones y voces se expresaran en nuestras páginas”, dijo.
Y fue así como el propio Ealy Ortiz visitó al ingeniero Heberto Castillo, un maestro universitario y luchador social, en la prisión de Lecumberri y lo convenció de escribir sus artículos en las páginas de EL UNIVERSAL, incorporación que fue notable y simbólica, así como la de extraordinarios caricaturistas como Naranjo, Helioflores y Efrén.
Ya para el año de 1988, cuando vino una de las elecciones presidenciales más controvertidas e intensas, EL UNIVERSAL ya tenía como sus colaboradores al propio Heberto Castillo y a Rosario Ibarra de Piedra y Gumersindo Magaña.
El propio Manuel J. Clouthier, hijo de Maquío, quien participó en esta ceremonia vía remota desde su natal Sinaloa, recordó cuando su padre le contó que el Licenciado Ealy Ortiz lo invitó a escribir en EL UNIVERSAL y, emocionado y con todo el ímpetu hacia adelante, le dijo: “¡Y hasta me van a pagar!”.
Fue una ceremonia emotiva y nostálgica para todos los participantes en esta presentación: Tatiana Clouthier y Manuel J. Clouthier, hijos de Maquío; Laura Itzel Castillo y Heberto Castillo Juárez, hijos de Heberto Castillo, y Rosario Piedra Ibarra, hija de Rosario Ibarra de Piedra, quienes destacaron que nunca fueron censurados o modificados algunos de los artículos de sus padres, una tradición que se mantiene hasta la fecha con todos los colaboradores de El Gran Diario de México.
Juan Francisco Ealy Lanz Duret, Director General de EL UNIVERSAL, recordó cómo a estos cuatro luchadores no se les cambió ni una coma, a pesar de los tiempos políticos, pues no era fácil abrirse a las voces opositoras.
En la vieja casona de Xicoténcatl, también escenario de grandes batallas de opositores y luchadores, fue donde el EL UNIVERSAL refrendó su apertura con todas las expresiones políticas para que, desde sus páginas, tengan foros y apertura para expresar sus ideas, que jamás serán censuradas.