Más Información
Sheinbaum es una "consumidora voraz" de información: José Merino; el tablero de seguridad, herramienta clave, destaca
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
La solidaridad de los mexicanos por la pandemia llegó hasta Francia, donde Eloy Luna, originario de Oaxaca, fabricó alrededor de 700 caretas para las personas que no podían dejar de salir.
Eloy, quien reside en la ciudad de Nangis desde hace 18 años, utilizó dos impresoras 3D para elaborar estos insumos, los cuales regaló a enfermeras, cajeros, personal de limpieza, adultos mayores e incluso a un centro donde atienden a personas con deficiencias mentales.
“Hacer estas caretas de alguna manera me protege a mí y mi familia, porque si la gente que sigue trabajando en las calles no se infecta, entonces podemos romper la cadena de contagio”, comenta a EL UNIVERSAL.
Aunque la cuarentena por el Covid-19 se ha levantando poco a poco en varios países de Europa, Eloy dice que él, su esposa y sus dos hijos continúan encerrados para evitar enfermarse.
Como en ese país otras personas han tenido que seguir laborando en las calles porque sus trabajos son esenciales o por necesidad, Eloy se puso en contacto con la presidencia municipal de Nangis para que le ayudaran a repartir las caretas que hizo en su casa.
“Vino el presidente municipal por las caretas, él estaba de un lado a otro y regaló estos insumos que yo hice en un mes. Vivo en un lugar con 6 mil 800 habitantes, pero de cualquier manera es importante romper con los contagios”, relata.
Para Eloy, esta emergencia sanitaria es un momento “realmente excepcional” porque, desde que llegó a Francia a estudiar una especialidad en Derecho Internacional, jamás había vivido una situación así.
“Esto ha sido difícil para todo el planeta, todos estamos pasando por esto, cada país toma medidas y decisiones de forma diferente en función de los especialistas, de sus criterios económicos, pero ha sido difícil para unos más que otros”, señala.
Aunque se encuentra a miles de kilómetros de México, Eloy comparte algunas experiencias que dejan ver que el país donde reside enfrentó muchos problemas similares al nuestro; por ejemplo, en el tema de los insumos para el personal médico.
“Aquí en Francia el problema del sector salud es importante, porque hace muchos años que su presupuesto ha disminuido.
“Hace un año y medio hubo manifestaciones de hospitales, médicos y enfermeras por los problemas que tienen debido a la falta de recursos y materiales; desafortunadamente, hubo mucha apatía de la gente y ahora que ya estamos en el hoyo vemos la situación que enfrentan”.
Desde su casa en Nangis, Eloy comparte el entusiasmo por poder salir de casa junto con su familia luego de esta pandemia.
Admite que por ahora su futuro está lejos de la tierra que lo vio nacer, pero que eso no implica que no extrañe ver a su famila y, ¿por qué no?, comerse unos tacos y un pozole. “Ésa es la esencia de los mexicanos”, concluye entre risas.