Para el diputado federal de Morena Manuel Espino, la propuesta de seguridad presentada el martes por la presidenta es buena y tiene un enfoque “muy humano”; sin embargo, adelanta que planteará “algunas adiciones”, entre las que destacan abrir el “diálogo” con grupos del crimen organizado para pacificar al país, tal como lo hizo en 2022 al lanzar la misma iniciativa al entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

En entrevista con , el también maestro en Seguridad e Inteligencia Estratégica adelantó que propondrá a la Cámara de Diputados la creación de la Comisión Especial de Pacificación y Reconciliación Nacional, cuyas funciones incluirían impulsar el diálogo con criminales. Señaló que la proposición con punto de acuerdo cuenta con el respaldo de 70 diputadas y diputados de Morena.

Espino Barrientos, quien además ha sido director general de Seguridad en gobiernos locales, aclaró que el diálogo no implica pacto con los delincuentes porque “con los criminales no se negocia”; el diálogo no significa impunidad ni perdonarles sus delitos (…) pero sí abrirles puertas de escape de la vida criminal”.

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El legislador guinda también recordó sus épocas como panista y puntualizó que en su dirigencia dejó al partido albiazul en la Presidencia de la República y con el mayor número de senadores, diputados federales, diputados locales y alcaldes en su historia.

Aseguró que al PAN “lo descarriló la ambición de muchos líderes” y sostuvo que ahora “va en camino de su desaparición”.

¿Cómo se siente volver al Congreso, ahora por Morena?

—Pues muy bien, muy contento de la oportunidad de regresar por cuarta ocasión aquí a la Cámara de Diputados como miembro de una bancada ciertamente mayoritaria, que por sí misma tiene mayoría absoluta para hacer reformas legislativas; sin embargo, también con ya una enorme responsabilidad, no se puede usar una mayoría calificada para para darse gusto, tiene que ser una mayoría que se use para actualizar el marco legal mexicano en beneficio del pueblo de México.

¿No tienen excusas para fallarle a México?

—No tenemos. Lo que aquí se decide impacta para bien o para mal al pueblo de México; entonces, además de estar contento tengo conciencia de esa responsabilidad. Estamos trabajando de manera coordinada, pero también con una conciencia del nivel de responsabilidad que traemos sobre nuestros hombros.

¿Cómo calificaría a la administración del expresidente López Obrador?

—Muy buena, una enorme mayoría del pueblo de México la califica como muy buena. No estábamos acostumbrados a un gobierno tan cercano, a un gobierno que pidiera opinión de los ciudadanos, estábamos acostumbrados a la autosuficiencia gubernamental, a la imposición, a la no deliberación. Estábamos acostumbrados a que los poderes vivían en perfecta armonía porque había quien daba línea a los tres poderes, que era el Ejecutivo. Hoy eso es historia.

Del gobierno entrante de Claudia Sheinbaum, ¿qué espera?

—Los mejores resultados. Confío en que va a ser un gobierno, por mucho, mejor que el que acaba de concluir. Es muy temprano para hacer evaluaciones, se están dando a conocer los planes de gobierno, las estrategias de temas sensibles como el de seguridad pública, que apenas se presentó de manera pública; entonces, estamos entrando a la etapa del segundo piso de la Cuarta Transformación.

Hablando de esta estrategia de seguridad que presentó la Presidenta, ¿qué opina?

—Muy bien, es un plan que tiene un enfoque muy humano, no es un plan como anteriores que conocimos que privilegiaban el uso de la fuerza, la contención, la represión, no es por ahí. No se va a regresar a la estrategia de guerra, que genera mucha violencia, muchas muertes y que todavía no lo podemos superar. Ese error fue un error histórico, que yo calificaría de criminal, que metió al país en una guerra contra el crimen organizado frontal y sin estrategia. Hoy se tiene claro. Apenas le di una leída al documento y me causó una buena sensación. Yo, por mi formación profesional en temas de seguridad y de pacificación, podría sugerir algunas adiciones.

En estas adiciones y sugerencias que haría en materia de seguridad, ¿hay cabida a la propuesta de negociar con integrantes del crimen organizado que hizo Adán Augusto en 2019?

—No es pactar ni negociar, con los criminales no se negocia. Lo que yo llegué a decir y que causó un revuelo impresionante, quizás por la corta visión de quienes opinan a la ligera, es que hay que dialogar con todos los actores, con todos los involucrados en el problema, y los involucrados somos la sociedad, el gobierno y también los criminales. Se trata de conocer lo que ellos traen, lo que ellos pretenden, y eso ayuda a ponerle solución.

Esta política se ha instrumentado en Colombia. ¿La suya es una réplica?

—Está demostrado en muchos lugares. Yo he estudiado muchos casos de países con una experiencia sumamente violenta, peor que la nuestra, y que han logrado resolverlo por la vía del diálogo, y eso no significa impunidad ni perdonarles sus delitos o sus crímenes, no, es diálogo, es tener la visión de ellos, es tener la perspectiva de ellos para entender el problema y ayudar al país a salir de ese problema. No es pactar, no es negociar. Si alguien cometió un delito tiene que pagar, pero también tienes que abrirles puertas de escape, puertas de salida de la vida criminal. Es algo que se conoce como justicia transicional.

¿Esta propuesta la consolidará en una iniciativa?

—Estoy proponiendo un proyecto para crear una Comisión Especial de Pacificación y Reconciliación Nacional. Aquí en la Cámara de Diputados está la Comisión de Seguridad Pública, hay una Comisión de Defensa, hay una Comisión de Marina y hay una Comisión de Justicia, todas con una lógica de ver cómo se contiene el crimen y cómo se combate el crimen, cómo legislar para para acotar al crimen, y está bien, pero también hay que tomar una cultura de paz, porque hay mucho odio, mucho resentimiento y deseos de venganza. Hay animosidad social y los servidores públicos también tenemos que generar una cultura de paz, de reconciliación.

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¿Cuándo va a presentar este proyecto?

—Lo acabo de entregar formalmente a la Junta de Coordinación Política. No planteo que esta comisión dictamine, sino que su función sea investigar y analizar las causas del crimen.

¿Esta comisión estaría encargada de promover el diálogo con grupos delincuenciales?

—Sí, por supuesto, promover que haya diálogo donde sea conveniente y hacerlo con quienes sea conveniente hacerlo. Sin diálogo no hay posibilidad de paz, sin diálogo es imposible pacificar una comunidad. Cuando un matrimonio se pelea lo primero que dice es “vamos a pararle, vamos a platicar, vamos a ver si llegamos a un acuerdo”. Sin diálogo no hay posibilidades de paz y eso se lo digo en voz alta para aquellos que sostienen que lo que hay que hacer es el uso de la fuerza. La guerra esa es absurda, el expresidente López Obrador dio un primer paso que es fundamental, el paró la guerra con los grupos criminales, y tras ese paso puede haber otros.

Como exdirigente del PAN, ¿cómo ve ahora a ese partido?

—Lamento lo que le ha pasado al PAN. Iba bien, me tocó la fortuna de verlo crecer, logramos la Presidencia, llegamos a 207 diputados, más alcaldes que nunca, más gobernadores que nunca, más diputados locales que nunca, y de repente para abajo. ¿Qué le pasó al PAN? Se entregó al gobierno, Calderón se apropió del partido, era jefe de Estado y jefe de partido. Eso es un error, echó a perder la vida del partido.

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