Las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las empresas españolas no sólo han desatado la sorpresa en el gobierno ibérico, sino también la determinación de dejar claro que defenderá a sus empresarios e intereses en todo momento, señalaron internacionalistas.

En el futuro inmediato, coincidieron, puede ser que la relación entre los dos países se enfríe al grado de dejar las embajadas a nivel de encargados de negocios, pero no necesariamente debe ocurrir esa situación.

La exembajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, subrayó que España va a defender a sus empresas porque no se entiende un gobierno sin sus empresarios y el diferendo con los españoles parte de un tema meramente de intereses económicos.

Apostó, incluso, a que el gobierno mexicano pueda temer represalias en instancias jurídicas internacionales, luego de las decisiones que se han tomado en contra de la empresa española Iberdrola en particular.

“Hace poco la Comisión Federal de Electricidad ya no dio permisos a Iberdrola, y la empresa puede llevar el caso a instancias internacionales, me imagino que puede venir algo grande, pero es lo que imagino. Ahora, no se entiende cómo pueden funcionar las empresas sin sus gobiernos, deben defenderlos”, subrauyó.

La embajadora destacó que no entiende qué es lo que persigue el presidente López Obrador en materia de política exterior: “No veo qué persigue, no hay ninguna coincidencia entre lo que dice el Presidente y lo que dice el secretario de Relaciones Exteriores, parecen dos políticas distintas, dos canales diferentes, pero, ¿cuál es la buena? Obviamente lo que dice el Presidente”, expuso.

Bárcena Coqui indicó que apenas en enero, el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe, de España, Juan Fernández Trigo, estuvo en México en una visita discreta y todo ello previo a que el país ibérico diera su beneplácito para que Quirino Ordaz Coppel sea el embajador mexicano en Madrid.

La internacionalista Solange Márquez señaló que las declaraciones de López Obrador responden más a un tema de política interna en México, pero sin duda dañan la relación con España.

La respuesta del gobierno español era de esperarse pese a que en el fondo fue mesurada, apuntó.

“No creo que México vaya a romper con España. España tampoco va a llevar más lejos todo, pero del Presidente de México se puede esperar cualquier cosa. Así que la relación no creo que se rompa, pero sí va a ser tensa”, dijo.

La catedrática de la Universidad de Alcalá, en Madrid, Luisa Treviño Huerta, explicó que si el conflicto llega a escalar más, el riesgo es que la inversión española comience a salir de México, lo que dañaría al país, considerando que los españoles son los segundos inversionistas externos.

“Las relaciones se tienen o se pierden, la declaración del Presidente es algo muy extraño. La relación de México y España es algo muy complejo”, comentó la internacionalista Enriqueta Cabrera, quien sugirió que el tema ha sido utilizado por López Obrador para atacar a las empresas españolas, con lo que va a lograr que la inversión se vaya del país.

El analista Carlos Heredia cuestionó el porqué desde Palacio Nacional se insistió en el otorgamiento del beneplácito para Quirino Ordaz, si al cabo de los días se decreta una pausa en las relaciones diplomáticas.

“Con base en qué información acusa [el Presidente] de saqueo a empresas españolas que operan en México”, indicó.

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