Trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) denunciaron que las autoridades de ese centro Covid los están obligando a reciclar cubrebocas N95, así como batas y uniformes quirúrgicos, para atender a pacientes con coronavirus.
Hasta el momento, reportaron, en el instituto hay 28 médicos y 100 trabajadores operativos contagiados, entre estos últimos se cuenta a enfermeros, intendentes, trabajadores de cocina y lavandería, administrativos y técnicos en inhaloterapia.
De ellos, cuatro están hospitalizados, el resto en sus domicilios y hasta ahora han fallecido dos.
“Ejerzo mi vocación desde hace cinco años y estoy orgullosa de mi instituto, pero no es justo que el doctor [Hugo] López-Gatell declare que hay suficientes equipos de protección personal para trabajar, cuando se nos están otorgando uniformes que no son desechables. Los fluidos cor porales de un paciente que fallece permanecen activos durante 72 horas.
“Hemos tenido contacto con pacientes cadavéricos por Covid y aun así no tenemos equipo adecuado e impermeable para realizar nuestras actividades, tampoco en las actividades diarias como aspirar y cambiar a los pacientes. Que se nos dé equipo desechable e impermeable, es lo que queremos”, dijo Liliana, enfermera.
Al grito: “¡No me quiero contagiar!”, cuando menos 200 trabajadores del INER se manifestaron frente a la sede, en calzada de Tlalpan, para demandar que se les entreguen equipos de protección nuevos cada jornada.
Aseguraron que permanecerán en plantón frente a la sede del instituto hasta que sean atendidas sus demandas. Esperan que se les entregue el equipo de protección personal suficiente, desechable y nuevo para continuar trabajando.
“Desde enero estuvimos utilizando equipos desechables que habían sido bastante funcionales. Hasta ese momento, ninguno de mis compañeros se había contagiado, nadie.
“Éramos una institución libre de contagios, porque nuestro protocolo era tan preciso que no permitía la posibilidad de contagio. Hace un mes empezaron a escasear las pijamas quirúrgicas desechables, luego fueron las batas.
“Lo que sí ya nos fastidió y nos ha obligado a salir fue que decidieran que reutilicemos las N95 después de atender a pacientes con Covid-19”, dijo el enfermero Alejandro Cabrera Hernández.
Éstos se lavan, se sanitizan y se les entregan al día siguiente para que vuelvan a usarlos en otra jornada. Los trabajadores se manifestaron en contra de esta disposición, al señalar que se incrementa el riesgo de contagio, puesto que por turnos de entre ocho y 12 horas llegan a atender hasta 20 casos.
Incluso, afirmaron, recibieron una indicación de la Secretaría General de la Sección 16 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud en el sentido de destruir los cubrebocas al terminar cada jornada.
“Si no existe un documento hacia el sindicato que sustente dicha petición, [que] rompan y desechen los cubrebocas N95”, les dijeron.