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En dos días fueron desplegados 400 militares del Cuerpo de Fuerzas Especiales y de la Brigada de Fusileros Paracaidistas del Ejército en Culiacán, Sinaloa, para reforzar el operativo que se mantiene en la zona.
Este domingo arribaron 200 elementos al Aeropuerto Internacional de Culiacán, en dos aeronaves, una de la Guardia Nacional (GN) y otra de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), con el objetivo de contribuir a inhibir las actividades ilícitas de grupos delictivos, así como preservar y garantizar la libertad, el orden y la paz pública.
El viernes pasado, 200 elementos también de las Fuerzas Especiales fueron desplegados en Culiacán.
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Las unidades de Fuerzas Especiales y Fusileros Paracaidistas se caracterizan por su rapidez, movilidad, capacidad de despliegue y reacción que les permiten generar productos de inteligencia.
Los efectivos cuentan con una variedad de armamento, material, equipo, aeronaves y adiestramiento especializado para operar en cualquier ámbito geográfico.
La Sedena resaltó que realiza tareas de disuasión, prevención, patrullajes y reconocimientos además de establecer puestos militares de seguridad en Culiacán. Esto para tener un ambiente de tranquilidad en la población, apegándose a lo establecido en la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza y respetando los derechos humanos.
La dependencia reafirmó la decisión del gobierno federal por prevenir las actividades de la delincuencia organizada, refrendando su compromiso de velar, salvaguardar la paz y seguridad de la población y sus bienes.
Por otra parte, el jueves pasado la Sedena, a través de las Comandancias de la IV Región Militar y 8/a. Zona Militar, desplegó a 100 uniformados de Fuerzas Especiales en Nuevo Laredo, Tamaulipas, también para reforzar el operativo en curso.
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Juan Carlos Montero, profesor e investigador del Tec de Monterrey enfocado en temas de seguridad pública y nacional, señala que desde la detención de Ismael El Mayo Zambada, cofundador del Cártel del Pacífico, y Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, se podría esperar un reacomodo de grupos delictivos en Sinaloa, pero no se ha visto. “La respuesta del gobierno federal podría verse como una prevención a un posible conflicto… reitero, no se ha visto, lo cual refuerza la hipótesis de que todo estaba acordado, aunque el abogado de El Mayo diga que su cliente fue secuestrado.
“Este movimiento busca cubrir algo de la vergüenza de que Estados Unidos logró la captura de una manera sencilla y pacífica, sin intervención del gobierno mexicano”, expresa a EL UNIVERSAL.
Sostiene que las disputas que libra el Cártel de Sinaloa y sobre todo el grupo conocido como La Chapiza se ubican en Sonora y también en el noreste, en colaboración con otros grupos.
“Por esta razón la atención está en Sinaloa por la detención de El Mayo Zambada, pero la verdadera disputa se encuentra en otras partes como Sonora”, precisa.
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Manuel Balcázar, especialista en Inteligencia y Seguridad Nacional, externa que estas acciones son de prevención por algún evento que se pueda desencadenar por la entrega o detención de El Mayo Zambada y del hijo de El Chapo Guzmán en Texas.
“Entonces temen en Sinaloa que pueda haber algún brote o que un grupo contrario intente disputar la plaza, cobrar una venganza, tener mayor presencia… Las autoridades hacen explícita la llegada de estas fuerzas con un comunicado”, subraya.
Balcázar indica que hay una proyección disuasiva de fuerza militar con el ánimo de evitar un tercer Culiacanazo, porque se manejan versiones de que el hijo de El Chapo Guzmán traicionó a El Mayo Zambada.