México no dice “me vale” el cambio climático . El país sí tiene un compromiso con la posibilidad de aportar, también en reducciones, siempre y cuando se tomen en cuenta responsabilidades comunes, pero también diferencias, aseguró la subsecretaria de Relaciones Exteriores para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado .
La autoridad mexicana está lista para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ( COP ) en su versión 26, en Glasgow , Escocia, a la cual llegará con un posicionamiento particular: que se tome en cuenta a la gente, a las poblaciones vulnerables y sus derechos humanos y, sobre todo, que haya acceso a financiamiento.
Delgado Peralta lleva la preparación de México para esta cumbre, cuya expectativa es muy alta sobre lo que la comunidad internacional acordará para seguir los intentos de frenar el cambio climático que ya resiente el planeta.
En su haber tiene una veintena de cumbres climáticas en las que ha participado y el mensaje que presentará en Glasgow es que México sí está de acuerdo con detener el cambio ambiental y que el país entiende perfectamente cuál puede ser el destino del planeta si no se hace algo para controlar su calentamiento.
La posición mexicana en el tema del financiamiento es que el denominado Fondo Verde tenga nuevas reglas, sin un exceso de burocracia para acceder a ese apoyo económico.
La COP26 da inicio el 31 de octubre próximo y finalizará el 12 de noviembre, cuando las naciones buscarán llegar a acuerdos, pero sobre todo a compromisos concretos para detener el cambio climático.
¿Cómo llega México a esta cumbre, qué va a presentar?
—Esta es una cumbre especialmente importante porque es reciente la publicación del informe del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) en donde evidentemente lo que se requiere es una aceleración de las medidas de adaptación y mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta COP de Glasgow tiene metas sumamente ambiciosas. Nosotros estamos con una agenda particular para México.
¿Las metas a nivel individual en el caso de México, cuáles son?
—Es importante decir que México es uno de los países que tiene los mejores inventarios de gases de efecto invernadero del mundo. Esto es importante porque los datos de las emisiones que nosotros estamos reportando están validados y son reales. Es válido decir que México no ha incrementado su nivel de ambición del Acuerdo de París, porque no queremos patear la pelota hacia adelante. El Presidente de México ha decidido no prometer nada más de lo que su administración pueda hacerse cargo, es una diferencia que tenemos con otros países. Sí vamos a cumplir el Acuerdo de París , sólo no hemos aumentado el nivel de ambición. México va a impulsar una gobernanza ambiental justa e inclusiva.
Es un país que va a ser vocal para defender a las comunidades más vulnerables, nos encontramos entre ellas. Un elemento central para ello es conseguir el financiamiento que haga posible que se reduzcan las emisiones. Con los recursos que tenemos hasta el momento se han asumido compromisos y si queremos aumentar los niveles de ambición necesitamos acceso a mayor financiamiento. Este es todo un tema en las negociaciones de la COP.
¿Los 100 mil millones de dólares pendientes?
—Los 100 mil millones están prometidos hace años y no alcanzan para el nivel de ambición que necesitamos. Los 100 mil millones apenas quizá se puedan conseguir en Glasgow cuando eran para financiar el Acuerdo de París. Otra va a ser el Fondo Verde y cómo se aplica. Como idea, una bolsa de dinero capaz a de dar viabilidad a las medidas de mitigación en el mundo, es muy buena, incluso México en COP 16 lo impulsó, pero en todos estos años ha sido muy difícil acceder a los recursos del Fondo Verde, México tiene sólo un proyecto ahí y la mayor parte de los países tienen uno o dos. Es un fondo demasiado burocrático, muy difícil de acceder y con condiciones no atractivas para lanzarte a cambiar políticas públicas por el fondo.
Nosotros tendremos que salir de Glasgow con mayor financiamiento, pero también con reglas en donde los países tengan acceso más fácil a esos fondos, porque de nada sirve juntar una bolsa de dinero que nadie puede gastar.
¿En energías renovables México está rezagado?
—México tiene un gran potencial a futuro. Hoy hay toda una reforma de energía que vulnera un poco el cómo venían haciéndose las cosas. El país tiene ciertas reglas en las que no estaba convencida nuestra administración sobre cómo se dieron y por eso se están dando los cambios en ese sector, pero eso no quiere decir que México no esté favoreciendo ni apostando por las energías renovables.
La producción de energía eléctrica, como la hidroeléctrica que es considerada una energía renovable, se va a fortalecer en esta administración, 14 grandes hidroeléctricas del país se van a renovar. México va a lograr aumentar de 31.5% a 35% su generación de energía renovable a partir del parque solar que se va a construir en Puerto Peñasco, Sonora .
La refinería de Dos Bocas no contribuye a combatir el cambio climático.
—Relativamente. México no está apostando por extraer más petróleo del que estamos extrayendo hoy, el construir una refinería en sí mismo no es un acto de generación de emisiones. Si se analiza el número de refinerías que tiene México y nuestros vecinos, se va a encontrar que tienen 200 veces más refinerías y todo el mundo quejándose de una refinería que está construyendo México. Lo que quiere el país es dejar de importar las mismas gasolinas.
¿Dos Bocas no generará mayor contaminación?
—No, porque se va a sustituir el combustible que producían otras refinerías de otros países y que vamos a producir aquí.
¿Sembrando Vida es un programa para combatir el cambio climático?
—No es para eso pero contribuye, es de esos programas que tienen múltiples funciones. Sembrando Vida ha sido diseñado para atraer el bienestar a las poblaciones más marginadas y rezagadas en el sureste de México, sobre todo tomando en cuenta que además tienen enorme riqueza biológica.
Hay mucha expectativa en la COP26 ¿Cuál es el riesgo de un fracaso?
—Depende cuál sea la meta y qué esperamos. Yo creo que hay una altísima presión que tiene dos vertientes: una, cuánto nivel de ambición va a poder aumentar cada país, hay muchos que sí pueden decir: yo ya voy a menos años o a más reducción de emisiones, o que no se logren los 100 mil millones.
Yo creo que hay diferentes niveles de éxito de esta conferencia. Políticamente creo que fracasaría si no se logra tener esos niveles de ambición en la reducción de emisiones o en la consecución de los financiamientos, porque no llegan a los números. Quizá sí lleguen y será un éxito. Desafortunadamente nos está costando mucho trabajo entender el impacto que va a tener el cambio climático, porque el efecto no se está sintiendo al mismo tiempo a nivel global.
México está de acuerdo con detener el cambio climático, hay países que dicen: no, a mí me vale y me voy a seguir desarrollando porque tengo derecho. Nosotros no pensamos así, porque entendemos perfectamente que el destino del globo es el mismo.
México está comprometido con la posibilidad de aportar reducciones siempre y cuando se tome en cuenta esas responsabilidades comunes pero diferenciadas: que se tome en cuenta a la gente, las poblaciones vulnerables y sus derechos humanos, y el acceso al financiamiento.
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