Los estudiantes de cuarto grado de primaria tendrán conocimiento de la herbolaria al ser uno de los contenidos del “pensamiento científico” previstos en los nuevos planes y programas de estudio para educación básica.

“Reconoce prácticas socioculturales como la herbolaria, para la atención de malestares e infecciones del sistema digestivo, y practica acciones para su cuidado”, cita el libro Avance del contenido del programa sintético de la fase 4, que está dirigido a los docentes.

Consultado por , el infectólogo, internista y excomisionado del combate a la epidemia de influenza Alejandro Macías destaca que la enseñanza de la herbolaria a niños de ese grado escolar es injustificable, al argumentar que la herbolaria no puede ser parte de la terapéutica actual.

Leer también:

“Una cosa es el respeto a las tradiciones y otra es empecinarse en prácticas peligrosas. Es imposible dosificar la herbolaria. Raramente se puede dar una dosis terapéutica, lo más común es que sobre o que falte. Y hay un riesgo importante de daño a órganos como el hígado o los riñones, que puede ser permanente y puede hasta costar la vida”, afirma.

Destaca que “eso no tiene nada que ver con la investigación sobre potenciales elementos terapéuticos de las plantas, de las que han salido múltiples medicamentos. Pero la farmacología hace de esas sustancias medicamentos que pueden dosificarse, que se estudian en distintas fases y que se utilizan en la terapéutica”.

El coordinador de Anticorrupción y Educación de la organización civil México Evalúa e investigador en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey, Marco Fernández Martínez señala que la pretensión de enseñar herbolaria en las aulas bajo la demagogia de la comunidad y de los saberes ancestrales perjudicaría la formación educativa.

“No es que se le reste importancia a los remedios caseros y que en algunos casos la medicina no haya evolucionado a partir de las plantas, pero una cosa es eso y otra es que los remedios caseros a base de herbolaria se consideren parte de la formación científica para el aprendizaje de los niños de este país”, asegura.

Sostiene que actualmente se observan ciertas debilidades de las ciencias, como la biología y la química, por lo que es mejor crear las bases desde la primaria y la secundaria para que cuando los niños y adolescentes transiten a la preparatoria, tengan bases sólidas en la parte científica de ambas áreas. “Pero vienen justo ocurrencias como éstas”, señala.

Para Fernández Martínez, la enseñanza de la herbolaria es, sin duda, un grave retroceso para la educación de miles de estudiantes, al expresar que desde gobiernos anteriores se carecía de aprendizajes de calidad y excelencia.

“Pero vino la pandemia de Covid-19 y profundizó esa falta de aprendizajes de calidad, lo que repercutió en el abandono escolar y en el impacto por lo que dejaron de aprender por la falta de acompañamiento de algún docente. Y en vez de que la autoridad educativa tenga centrada su atención para ver cómo corrige estos problemas incluyen contenidos que de ninguna manera tendrán un impacto en un mejor aprendizaje de nuestro país”, dice.

El especialista en temas educativos considera que el incluir esa área “es una irresponsabilidad. Veníamos mal y vamos a terminar sustantivamente peor. El saldo educativo de esta administración es un desastre: ideologizado y, además de todo, se esconde en la mentira del discurso de la comunidad, del discurso del rescate de los saberes ancestrales, y cuando se le exhibe y se le desnuda en su fragilidad pedagógica a los críticos se les trata de neoliberales, de racistas y de conservadores. Podrán utilizar todos los adjetivos que quieran, pero eso no va a esconder la incompetencia educativa de esta administración”, asevera.

El investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey señala que lo que existe en estos momentos son malos planes de estudio “y peores libros de texto que la siguiente administración federal tendrá que corregir, sea de un gobierno de continuidad o de otro de distinto corte político, porque la herencia educativa que habrá de recibir de esta administración es un desastre mayúsculo”, sostiene.

Médico de profesión y actual diputado federal del PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba, opina que “incluir el estudio de la herbolaria en primaria puede tener ciertas ventajas, porque puede ayudar a los niños, si es el caso, a entender mejor la biodiversidad y la relación de los seres humanos y la naturaleza.

“Pero hablar del conocimiento de la herbolaria significa que los estudiantes de primaria deberían de aprender sobre la evidencia científica que respalda el uso de ciertas plantas para atender enfermedades y malestares, pero también tendrían que aprender sobre el límite de estos tratamientos y cuándo es necesario buscar atención médica profesional”, afirma.

Dice además que el conocimiento de la herbolaria en los salones de clase “podría tener un gran potencial educativo. Si se presenta de manera adecuada ayudaría a los estudiantes a desarrollar el pensamiento crítico desde una edad temprana. Visto ya como médico, deben incorporarse en la educación todas las actividades de atención primaria en los niños de seis a 11 años, como salud bucal, higiene, a tomar las riendas de su salud. Porque hay que ver la gran cantidad de niños con sobrepeso y obesidad”, indica.

Leer también:

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.

Comentarios