Mil 663 presuntos secuestradores fueron detenidos entre julio de 2019 y junio de 2020 y se liberaron a 811 víctimas —74 de ellas extranjeras— principalmente en Veracruz, Estado de México, Puebla, Morelos, Tamaulipas y la capital del país, según un reporte de la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase).
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, en el periodo de julio de 2019 a mayo de 2020 se registraron mil 208 víctimas de este delito de alto impacto.
Sin embargo, Alejandro Hope, especialista en seguridad, señala que la cifra de casos de secuestro que no se denuncian es muy grande, por lo que “al hacer cualquier comparación sobre casos denunciados y concluidos, lo único que se está [analizando] es qué tanto papel movieron las fiscalías, no si está subiendo o bajando ese crimen.
Asimismo, indica que delitos como el secuestro disminuyeron en los últimos meses, durante la pandemia, por el confinamiento; no obstante, comenta que probablemente repunte en los próximos meses.
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Cazaban víctimas en carretera
Entre los detenidos en el periodo referido destaca Ricardo Arroyo Castillo, un exagente de la División de Fuerzas Federales de la desaparecida Policía Federal (2012-2016) y quien lideró la banda de El Exfederal, relacionada con al menos 10 secuestros, en los que cazaban a sus víctimas en la carretera.
El grupo de plagiarios, que operó más de un año en Tlaxcala, Puebla y Querétaro, es uno de los 214 desarticulados por el área de Análisis Táctico de la Conase, en coordinación con las Unidades Especializadas en Combate al Secuestro (UECS).
Sobre la carretera que comunica a Tlaxcala con Puebla y Tlaxcala con Querétaro, la célula criminal de El Exfederal elegía a sus víctimas dependiendo del vehículo de lujo en el que se trasladaban.
Las estudiaban y ya elegidas las interceptaban con entre dos y cuatro autos. Muchas fueron empresarios, comerciantes y jubilados.
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Tras diversas investigaciones, se detectó que el grupo delictivo —integrada por cuatro hombres y dos mujeres, todos ya detenidos— inició operaciones en Tlaxcala y luego se expandió a Puebla y Querétaro, donde cometieron por los menos 10 secuestros, privando de la vida a dos de sus víctimas.
Arroyo Castillo —quien ya había sido detenido por la UECS de Tlaxcala en junio de 2019 por el delito de secuestro, pero del cual fue liberado—, junto con su pareja sentimental, Karla Jessica García Pérez, planeaban los plagios ejecutados por José Ángel Lara Cruz (segundo al mando), Luis Alberto Salinas Pérez, El Güero (negociador), Jesús Dávila García, El Matute (cuidador) y Laura de la Cruz (cuidadora).
Según datos oficiales, cuando la banda llegaba a un acuerdo económico con los familiares de las víctimas, las liberaban en los límites de Tlaxcala y Puebla; en la mayoría de los casos, en poblados del municipio de San Martín Texmelucan.
Algunos reportes
En septiembre de 2019, el grupo criminal secuestró a un jubilado de Petróleos Mexicanos (Pemex), a quien interceptaron en la carretera Tlaxcala-Puebla, a bordo de su camioneta marca Mercedes-Benz. Por él exigieron un millón de pesos a cambio de su libertad, pero lo mataron.
Meses después secuestraron a un sacerdote de 42 años en Apizaco, Tlaxcala. Tras dos días de cautiverio, lo liberaron en el tramo carretero México-Puebla, en el kilómetro 44.5, rumbo a San Martín Texmelucan.
Al darle seguimiento a los reportes, el área de Análisis Táctico de la Conase logró el desmantelamiento del grupo en acciones diferentes.
En abril de este año, luego de conocer el secuestro de un comerciante en Tecamachalco, Tlaxcala, los elementos ubicaron y detuvieron a Laura de la Cruz Martínez, de la banda El Exfederal, quien cuidaba a las víctimas durante su cautiverio y realizaba las negociaciones de cobro en su vehículo particular.
Derivado de otro caso en Tlaxcala, la Conase ligó directamente a dos probables responsables: El Güero y El Matute, por lo que fueron detenidos, asegurándoles una camioneta usada como pago de un rescate.
Asimismo, la Conase localizó a José Ángel Lara Cruz, quien fungía como segundo al mando, encargado de la selección de las víctimas, las negociaciones y logística.
Finalmente, Ricardo Arroyo Castillo, El Exfederal, fue capturado en un domicilio del municipio de Coronango, Puebla, tras un operativo de la Conase, FGR y policías de Puebla y Tlaxcala, en el cual el sujeto lesionó a dos policías.