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Al señalar que en su gobierno no se aplica ni se aplicará el artículo 33 constitucional —que prohíbe que extranjeros se inmiscuyan en asuntos políticos internos—, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que Santiago Abascal, líder del partido español de ultraderecha Vox, y todos aquellos opositores extranjeros, así sean profascistas, pueden venir a México cuando quieran, pues “están abiertas las puertas de nuestro país”.
En conferencia de prensa, y luego de la reunión que tuvieron algunos senadores del PAN con el líder de Vox la semana pasada, López Obrador llamó a aquellos opositores que simpatizan con estas ideas a que salgan del clóset y digan: “Soy fascista, ¿y qué?”.
Manifestó que todos sus opositores del extranjero son bienvenidos porque en su administración “no tenemos nada de que avergonzarnos” y que su gobierno es democrático, transparente y se garantizan las libertades.
“Nosotros nunca vamos a aplicar el 33, es un compromiso; no lo hemos aplicado y no se va a aplicar el artículo 33. Eso también lo digo para que si el señor de Vox, Abascal, quiere venir de nuevo, lo puede hacer. Están abiertas las puertas de nuestro país, siempre son bienvenidos todos los extranjeros, aunque sean opositores.
“Este es un gobierno democrático y transparente; además, se garantizan todas las libertades para que nadie diga que no puede venir a México. Puede venir, y ha venido, Mario Vargas Llosa, el señor Abascal, todos pueden venir, todos: los opositores, representantes de la monarquía, de la derecha, del autoritarismo, clasistas, racistas, profascistas. No hay problema de nada, somos libres en el país y están garantizadas las libertades”, dijo.
En Palacio Nacional, el presidente López Obrador llamó a aquellos opositores que simpatizan con estas ideas a que no “se ensarapen”, que se quiten las máscaras y salgan del clóset.
Los exhortó a que no se agrupen en asociaciones secretas de derecha como El Yunque.
“No es que Abascal sea extremista o provocador, o publicista, propagandista, no, es que está de manera auténtica dando a conocer un pensamiento que existe, nada más que los otros se ensarapan y se hacen pasar como liberales, como demócratas, pero son lo mismo. Y si me dan a escoger diría: prefiero a los que se quitan la máscara, porque los otros son muy hipócritas; además de autoritarios, hipócritas”.
¿Pediría a los de Vox que se definan, que se quiten la máscara?, se le preguntó.
“No, ellos ya están, no, y por eso son bienvenidos aquí a México todo el tiempo que quieran, que vengan a encontrarse con los que están abiertamente definidos, pero nada de que se actúe como El Yunque, como una asociación secreta, no. Fuera máscaras, salgan del clóset, o sea, ‘ya, soy fascista, ¿y qué?’... Como decía Fidel Velázquez: ‘Soy charro, ¿y qué?’”, contestó.
“Si humanista es ser comunista, que me anoten en la lista”
En el Salón Tesorería, el Ejecutivo mostró un extracto del expediente que de él elaboró en 1979 Miguel Nassar Haro, entonces director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), en el que aseguraba que el ahora Presidente era dirigente del Partido Comunista Mexicano. Manifestó que si ser humanista es ser comunista, “que me apunten en la lista”.
“Miren lo que decía Nazar Haro: ‘El licenciado López Obrador y —mi amigo, el finado— Nabor Cornelio son dirigentes en esta entidad —Tabasco— del Partido Comunista Mexicano. 14 de junio del ‘79, cuando era yo director del INI (Instituto Nacional Indigenista).
“Y este policía, más temible, director de la Dirección Federal de Seguridad, era director de ese organismo terrible, porque ellos tuvieron que ver mucho con la guerra sucia en ese entonces. Pero, miren, desde entonces, ¿qué es el comunismo? Si ser humanista es ser comunista, que me apunten en la lista”.
El Presidente lamentó que en España esté “retoñando” con fuerza el franquismo, y acusó a los dirigentes progresistas de ese país de ser “muy titubeantes” y “muy indefinidos”.