Alfonso Zárate Flores, presidente del Grupo Consultor Interdisciplinario (GCI), afirma que en las próximas elecciones, el Jefe del Ejecutivo federal, , no sólo se juega la mayoría en la Cámara de Diputados, sino que está en disputa el sistema institucional del país.

“Las elecciones del 6 de junio son cruciales, porque se confronta una disyuntiva: sí Morena mantiene su mayoría en la Cámara de Diputados o si, incluso, la incrementa, lo que vendría serán más reformas constitucionales más profundas que van a trastocar el sistema institucional”.

En entrevista con EL UNIVERSAL, a propósito de su nuevo libro El País de un Solo Hombre. AMLO y el Futuro Crítico de México, el también maestro en sociología política advierte que el Mandatario ha dado avisos de cuáles serían esos cambios.

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“Ha señalado que va contra el INE, contra el Inai, pero lo que no ha dicho, porque eso afectaría a los mercados, es que podría ir en contra de la autonomía del Banco de México”. Recalca: “Creo que hasta hoy el saldo me parece que es más de negativos que positivos, pero dependiendo de lo que ocurra el 6 de junio puede llegar hacer la construcción de un verdadero desastre”, afirma.

¿Por qué plantearse este reto a mitad del sexenio?

—Mi formación de sociólogo político implica en gran medida el estudio de la realidad en el momento que está pasando frente a nosotros. La diferencia con el historiador es que él procura que transcurra el tiempo para acercarse a hechos políticos o sociales, pero me he dedicado al análisis político de la coyuntura que implica el reflexionar, analizar, escudriñar la historia del momento.

¿Hacia dónde va el Ejecutivo?

—Ha desarrollado una línea de ofensiva en contra de las instancias, los organismos constitucionalmente autónomos, y también de organismos de la sociedad civil cuya tarea es hacer un monitoreo de la acción de gobierno.

Cada vez es más clara la tendencia a doblegar, secuestrar o desaparecer a los organismos que pueden representar un contrapeso al poder; en el fondo, la razón de ser de esta ofensiva es desaparecer a las voces disonantes.

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¿Porque señala en su libro que el Presidente prefiere levantar al país sobre ruinas?

—El problema con López Obrador es que prefiere derruir que rectificar o corregir, entonces es mucho más fácil desaparecer a los organismos que corregirlos.

¿Y su política social?

—La política social de López Obrador me recuerda el milagro de Jesucristo de la multiplicación de los peces, aquí es el milagro de la multiplicación de los pesos, yo no sé de dónde quiere sacar tanto dinero para hacer el fondeo.

¿Cuáles son los aciertos que ve en este gobierno?

—No creo que sea un error el dar una pensión a los viejos pobres, es darles un sentido del dignidad, pero resulta que lo reciben también viejos con muy buena condición económica y no hay un criterio de selectividad.

Es importante cerrar las puertas a las condonaciones, el aumento a los salarios mínimos me parece un acierto, así como el desarrollo del sur-sureste que le hemos puesto poca atención, ojalá y funcione bien la idea de promover inversiones, que generen empleos dignos en esa zona del país. Lo mismo con los precios de garantía como una forma de llevar tranquilidad al campo, y la austeridad, porque hemos vivido gobiernos de excesos intolerables.

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¿Domina la buena fe en las acciones del Presidente?

—Son errores gravísimos y creo que en principio lo hace de buena fe. Crees que todo esto va a ser bueno, que va a tener buenos resultados, pero lo digo en el epílogo de mi libro. Su epitafio podrá decir: “Fue un personaje trágico, un hombre que queriendo hacerle tanto bien al país, terminó provocándole tantas desgracias”.

¿Cómo ha sido la relación del Presidente con empresarios?

—Piensa que los empresarios son esencialmente abusivos, oportunistas, corruptos, y pierde de vista que el grueso de los empresarios en México son micro, pequeños y medianos; además es un hombre de grandes contradicciones, aquellos a quienes llamaba una minoría rapaz, ahora resultan ser sus mejores amigos.

¿El uso de las Fuerzas Armadas le preocupa?

—Sí, es una enorme contradicción, no sólo López Obrador candidato dijo que si ganaba la elección en seis meses los regresaba a los cuarteles, están señalamientos del senador Manuel Bartlett, en donde advertía que era una traición a la patria lo que estaban haciendo, al invitar a las Fuerzas Armadas a participar en la lucha contra el crimen. La peor hipótesis sería que, en caso de que decidiera prorrogar su mandato, tuviera el apoyo de éstas.

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¿Habrá alguien en el gabinete que le diga que yerra?

—Lo había, Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda. A diferencia de Lázaro Cárdenas, que decía: “Yo quiero rodearme de gente capaz”, López Obrador, con sus excepciones, tiene a su alrededor a funcionarios de una enorme mediocridad.