Más Información
Comité de Evaluación del Legislativo publica convocatoria para elección judicial 2025; depurarán listas con tómbola
Norma Piña destaca el valor del Poder Judicial ante calumnias “han redoblado esfuerzos con integridad y dignidad”
INE avala presupuesto de 13 mil mdp para elección judicial; organización sigue pausada por suspensiones
Elecciones Estados Unidos 2024; Minuto a Minuto las actividades de Trump y Harris, hoy 4 de noviembre
Juez multa con más de 50 mil pesos a 11 consejeros del INE; desacatan prohibición sobre preparativos de elección judicial
De lucha libre, circo y comedia resulta la sesión del Senado en la que Rosario Piedra Ibarra rinde protesta como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) entre empujones, bravuconadas, carteles con los que a Morena se le endilga robar votos y a Acción Nacional, de mentir.
Súbitamente, por la puerta casi trasera del lado izquierdo aparece la cabellera castaña de Piedra Ibarra, de mediana estatura, rodeada por adeptos de Morena. De inmediato sube a la Mesa Directiva y en dos minutos con 40 segundos de violencia física y verbal, rinde protesta.
Golpes bajos y cuerpos contra cuerpos de rijosos que se cuidan de no soltar puñetazos son la escena final del fracaso de la política, de siete horas de choque de oradores. Casi a las nueve de la mañana ha llegado Piedra Ibarra.
Ha tenido que esperar 12 horas y, azorada, se para junto a la presidenta Mónica Fernández Balboa (Morena), quien, sentada, debía tomar la protesta, y la servidora pública, rendir protesta abajo, espacio que es terreno de la rabia con la que se atacan Morena y PAN.
El PRI, con Jorge Carlos Ramírez Marín, Claudia Ruiz Massieu y Claudia Anaya, han analizado el ángulo jurídico y reportan que se van a la Corte.
Han transcurrido cinco votaciones sobre procedimientos parlamentarios, en los que los aludidos de Morena se declaran ofendidos, pues no son tramposos, dicen.
“¡Qué poca madre!”, suelta con enojo Ricardo Monreal Ávila, quien decía a los periodistas en la mañana que propondría reponer la tercera votación, la que ellos aseguran ganó a la buena Piedra Ibarra. “¡Qué poca madre!”, a quien maquinó que él depositó dos votos en la urna.
Monreal había dicho: “Mi cabeza pende de un hilo”, al promover entre los suyos votar nuevamente el cargo de ómbudsman. Y salieron los suyos a apoyarlo, pero en la guerra de lodo cambiaron de decisión. Se dijeron muchas cosas por ardor.
Hasta los periodistas la pagan cuando Martha Guerrero Sánchez, la que el domingo dijo que siempre tuvo nueve votos en la mano para Jesús Orozco Henríquez, y en el cómputo formal se registraron ocho, acusa que a los informadores “hasta dinero les dan para que hagan un papel inclinado”. Elvia Mora Arellano (PES) maltrata a reporteros en el salón de sesiones y la coordinadora Sasil de León pide que los echen.
Esta noche, Monreal gana que Piedra Ibarra rinda protesta, protegida por los senadores de Morena, entre mentadas de madre, golpes y un leve susurro: “¡Protesto... Sí, protesto!”.