Tapachula, Chis.— Piñatas representando a los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega, fueron quemadas ayer durante la contracumbre realizada por Pueblos Sin Fronteras y migrantes de diversas nacionalidades, en respuesta a la reunión oficial que se realizó en Palenque.
En el evento denominado Cumbre de represores, corruptos e hipócritas, decenas de migrantes, en su mayoría de Venezuela, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Haití, expusieron que se han visto obligados a dejar su país por a la pobreza y la inseguridad.
El objetivo fue responder a la cumbre denominada Por una vecindad fraterna y con bienestar, convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y a la que asistieron mandatarios de América Latina y Caribe para analizar la crisis migratoria y buscar alternativas para el desarrollo de la región.
“En Venezuela es difícil obtener alimento, medicina, educación para los niños y un salario que apenas alcanza para un cartón de huevos; ahora tenemos que sacrificar nuestras vidas en esta travesía para buscar una vida mejor para nuestros hijos”, reprochó el migrante Leoneren Acero.
En su participación, Exdiel, de Haití, explicó que al igual que miles de sus connacionales se vio obligado a abandonar su país debido a la violencia, inseguridad, pobreza, falta de trabajo y abuso del gobierno.
En la contracumbre, niños migrantes compararon al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, con una hiena; a Nayib Bukele, de El Salvador, con un diablo; a Alejandro Giammattei, de Guatemala, con un buitre; a Daniel Ortega, de Nicaragua, con una sanguijuela, y a Gustavo Petro, de Colombia, con un reptil. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue comparado con una rata; la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, con el chupacabras, y el primer ministro de Haití, Ariel Henry, con un diablo.
Los migrantes también hicieron un llamado para que los 40 millones de dólares que los líderes de sus países piden a Estados Unidos, supuestamente para programas sociales que atiendan la migración, no sean entregados.
La contracumbre fue clausurada con la quema de las tres piñatas de los mandatarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua, en una señal de protesta por la forma en que manejan el tema migratorio, informó Irineo Mújica, dirigente de Pueblos Sin Fronteras.
