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El riesgo de quiebra de los estados a causa de la pandemia y la crisis económica estarían a la vista si no existiera el Fondo de Estabilización, señala el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores. Al decir que la incógnita es saber hasta cuándo va a durar el recurso destinado a la emergencia sanitaria, previene: “Lo más difícil para los estados va a ser el año próximo”.
Hoy, Acapulco, el diamante del turismo mexicano en el Pacífico, tiene una ocupación hotelera abajo de 30% en fin de semana, y los otros días baja a 10%.
De las deslumbrantes noches de Año Nuevo en la bahía, afirma que “nos vamos a preparar para un buen diciembre, pero ya llevamos una afectación y todo depende de que se pueda controlar la pandemia”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, mientras recorre en vehículo la Costera Miguel Alemán, dice estar de acuerdo en que esta fase es la parte más oscura de la pesadilla del SARS-CoV-2 en México, enfermedad que padeció con síntomas que, asegura, saben dónde atacar al cuerpo humano, por lo que exhorta a prevenir el contagio con el uso de cubrebocas y demás medidas de autocuidado. Destaca que contra ese mal se necesita una vacuna.
Advierte que en la nueva normalidad, la situación es “muy delicada” en cuanto a contagios, mientras que “hay mucha necesidad y deseo de salir, moverse, estar con la familia e ir a pasear. Se cruza el relajamiento que hay en el país frente a un momento que sigue siendo delicado”.
¿La nueva normalidad ha puesto a la sociedad en alto riesgo?
—Hay que ver el número de contagios con cifras récord en el país. Seguimos viviendo una etapa muy delicada. Por otro lado, también hay mucha necesidad y deseo de salir, de moverse, estar con la familia e ir a pasear.
Se está cruzando entre lo delicado de los contagios y el relajamiento que hay en el país frente a un momento que aún es delicado.
¿La pandemia se ha atacado de manera correcta o la estrategia del país fracasó?
—Cualquier estrategia contra esta enfermedad no es perfecta, hay aciertos y desaciertos. En ningún lugar del mundo hay una [estrategia] que sea exitosa frente a esta enfermedad que vamos a combatir hasta que la vacuna aparezca.
De fines de marzo para acá, la estrategia en México es la misma, ¿qué se debe hacer?
—Ha hecho falta provocar más conciencia entre la ciudadanía para evitar contagiarse y, conforme haya síntomas, acudir a atenderse médicamente de manera inmediata. Y cuidar la vida.
Esta enfermedad sabe perfectamente dónde atacar al ser humano, principalmente a los pulmones. El coronavirus exhibió todas nuestras carencias y necesidades en materia de salud.
Los esfuerzos y responsabilidades se han ido repartiendo. No es la misma responsabilidad que se tiene hoy en los estados y municipios que [la de] hace tres o cuatro meses.
El Consejo de Salubridad General parece un fantasma, todo se centra en un personaje, ¿es tiempo de que sesione?
—Es un asunto que tendrán que definir ellos, es responsabilidad de la Federación promover una reunión. Los estados, conforme pasan los días, asumimos más responsabilidades, y parte de este problema de la pandemia son las repercusiones económicas de los estados y municipios, porque son gastos que no se tenían previstos.
Nadie tenía presupuestado comprar un cubrebocas o poner una cama [de hospital] más, y todo eso se ha venido haciendo.
El consejo tendrá que dar cuentas a los mexicanos, así como yo en
el estado.
¿Que cada persona tenga conciencia?
—Cada quien tendrá que responder. También es necesaria la colaboración ciudadana para que esto no se complique más. A usar cubrebocas, tener cuidado.
¿No habrá posibilidad de una reflexión de hacer cosas mínimas para cuidarse, ya no es un asunto de reglas, sino de autoprotección.
¿Cómo se llevará a cabo la reactivación de Acapulco?
—Llevamos varias semanas con reactivación a menor escala. Creo que va a llevar mucho tiempo levantar no solamente el turismo, [sino] al país. El daño económico no hemos alcanzado siquiera a calcular de qué tamaño será. El daño al turismo va a llevar años levantarlo.
La ocupación hotelera está arriba de 20%, no rebasa 30% estatalmente, debe estar sobre 24% en fin de semana, y a 11% y 10% entre semana. Históricamente, nunca se habían cerrado las playas. Fue una decisión muy dura.
¿Cómo espera el fin de año en Acapulco?
—Yo quisiera que nos fuera bien. Nos vamos a programar para un buen diciembre, pero sin duda ya llevamos afectación.
Todo depende de cómo se pueda controlar la pandemia. Hemos escuchado que será octubre un mes importantísimo para estos efectos, el propio subsecretario [Hugo] López-Gatell ha hablado de octubre, pero ya octubre está muy cerca de diciembre. Para saber cómo nos va a ir turísticamente debemos saber cómo va evolucionando el control de la pandemia.
¿Estamos en la parte más oscura de esta pesadilla?
—Sí, sí, sí. Sin duda, así lo muestran los datos, el número de contagios al día y los fallecimientos.
Los hospitales tienen menos demanda, hay gente que está decidiendo no ir.
¿El hospital es el último lugar al que iría uno?
—Hay que conocer las historias que platican quienes tienen contacto con personas que están hospitalizadas, principalmente médicos y enfermeras. Hay una situación de crisis emocional que hace pensar: “Si voy a un hospital, es decir que estoy muy grave”.
El federalismo, las competencias federal, estatal, municipal, ¿como consideraría que se puede mejorar la coordinación para atacar los problemas sanitario y de crisis económica?
—La Federación y los estados están viviendo el daño económico. Las finanzas públicas están lastimadas, el Covid-19 trajo un problema de salud y, de inmediato, otro de dinero, de economía, de presupuesto, y otro tema que es político, y hay que cuidar que este no sea más grande que los dos primeros.
La política debe encauzarse al entendimiento, el diálogo y el funcionamiento del pacto federal. Una de las cosas que tiene el pacto federal es la solidaridad, ayudarnos entre todos. El pacto federal debe funcionar en ayudarnos entre todos.
¿Ha habido apoyos adicionales por este problema?
—Ha habido apoyos de insumos y una serie de elementos.
Creo que va a seguir el gasto y necesariamente tendremos que contar con apoyo. Hemos informado al Congreso y lo he platicado con el director del Insabi, que el dinero de la pandemia, lo que vamos a gastar aproximadamente en un año van a ser mil millones de pesos en lo sanitario únicamente.
Vamos a tener menos dinero, porque las participaciones van a la baja. Del Fondo de Estabilización se distribuyeron 20 mil millones de pesos entre las 32 entidades, a Guerrero le correspondieron 500 millones de pesos (20% van a los municipios). Hay que recordar que el fondo no llega a 100%, sino 75%, 70%, a veces menos, pero es muy bueno, qué bueno que lo hay, si no lo hubiera sería una verdadera crisis económica en todos los estados.
El riesgo de quiebra de los estados estaría a la vista si no existiera el Fondo de Estabilización.
La cosa es hasta cuándo va a durar el tener el recurso que hay para el fondo de estabilización, porque no son infinitos, tienen también cantidades límite. Creo que lo más difícil para los estados se va a sentir el próximo año.
¿Tiene la problemática anterior a la pandemia, como violencia, pobreza?
—En materia de violencia, sin que cante victoria, no estamos como la tuvimos hace cuatro años, cuando ocupamos el primer lugar de homicidio. Hoy estamos en décimo lugar y no hemos tenido eventos de alto impacto. La violencia en Guerrero hoy no es el tema del estado. Ojalá nos mantengamos así para dedicarle más tiempo a la salud.
Cayó un puño de sal en la herida de Ayotzinapa hace unos días con el ataque al Congreso de la entidad...
—Sí. Lamentablemente [son] acciones que reprobamos por supuesto, yo siempre he dicho que ni perdón ni olvido en esta tragedia que metió a Guerrero en una de las graves crisis de su historia.
La indignación sigue viva, sigue latente, pero no creo que con actos como los que hicieron estos jóvenes estudiantes de Ayotzinapa se vaya a resolver más rápido el asunto ni tampoco vayan a aparecer algunos datos. Fue una acción fuera de cualquier razonamiento, porque el gobierno federal trae una ruta de cercanía y de nuevos avances respecto a la investigación.
No acabamos de comprender por qué lo hicieron, cuando hay comunicación y diálogo con el gobierno, con nosotros mismos y de pronto aparecieron a quemar instalaciones en la sede del Congreso.