E n medio de la tercera ola de contagios por Covid-19, México se enfrenta a otra pandemia: la violencia sexual, alerta la organización Reinserta, que ofrece, a través del libro NO ES NO, una guía para que las víctimas de este delito conozcan sus derechos.
La necesidad de Reinserta por visibilizar la situación que enfrentan las mujeres parte de cifras alarmantes. Según autoridades federales, la violencia sexual contra ellas ha incrementado, sobre todo en los hogares.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) revela que casi 5 millones de mexicanas fueron víctimas de delitos sexuales o acoso callejero durante el segundo semestre de 2020, en plena pandemia.
Así, entre julio y diciembre de 2020, se dieron a conocer 8 mil 597 carpetas de investigación a nivel nacional por el delito de violación, mientras que la ENSU estima que 194 mil 334 mujeres fueron víctimas de este delito durante el mismo periodo.
Acompañamiento
“NO ES NO es un libro que busca ser una guía y acompañamiento para las personas que han sido víctimas de delitos, que sepan que no están solos, pero también busca que con lenguaje simple sepan qué tipo de delitos están pasando, también incluimos un apartado en el que decimos a dónde pueden acudir, qué es lo que tienen que hacer para que de alguna manera puedan proyectarse, animarse a buscar ayuda”, explica Saskia Niño de Rivera, colaboradora de la organización Reinserta.
En entrevista con EL UNIVERSAL, añade que la violencia sexual en nuestro país ha ido aumentando, más durante el confinamiento sanitario.
Además, en los últimos años México se ha posicionado como el primer lugar en abuso sexual infantil a nivel mundial, con 5.4 millones de casos por año, y se ha convertido en uno de los lugares donde la pornografía infantil va al alza, generando 60% del contenido pornográfico que existe en el planeta, por lo que Reinserta considera necesaria la publicación de NO es NO.
“Lo que queríamos es visibilizar, porque a veces pareciera que la violencia sexual queda de lado a todos los delitos, porque muchas veces ocurre entre hombres, donde es más difícil que se diga o se acepte, a veces es dentro del mismo matrimonio o cuando vas en el transporte público.
“Te tocan contra tu voluntad y eso ya es violencia, pero muchas veces no sabemos qué tipo de abuso es, por eso quisimos hacer este libro, para ponerle nombre y apellido a los tipos de delito”, señala la mujer.
“Lamentablemente en México todavía no hacemos visible este tipo de violencia.
“Por un lado y en más frecuencia se dan los casos dentro de la misma familia, en los que la niña de 10 años le cuenta a su mamá que su tío, su abuelo o el mismo padre la tocó, por decir lo menos, y se omite la denuncia.
“En ocasiones, por no saber cómo abordar el tema, pero en otras porque estas personas también sufrieron la misma violencia y es algo normalizado”, precisa.
Parte del silencio o la omisión, agrega, es que en ocasiones las personas que se tendrían que hacer cargo de la seguridad de los violentados, en este caso de los niños, sienten culpa o se tiene una falta de aceptación y asimilación de lo que ocurrió.
En semáforo rojo
“Si tendríamos que poner a México en algún color del semáforo que midiera los niveles de violencia sexual, sobre todo entre familia, estaría en rojo, porque hoy más que nunca este delito está con niveles muy altos y normalizado.
“Estamos callados y me parece que lo que buscamos con el libro es que la gente tenga más conocimiento para alzar más la voz, porque si no la alzamos, nos vamos a quedar así, con secuelas de por vida y con una sociedad lastimada”, afirma.
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Autoridades
Para la colaboradora de Reinserta, una parte fundamental por la que las personas no denuncian este tipo de delitos, además del ocultamiento familiar, es porque en los Ministerios Públicos se revictimiza, no se toma en cuenta a las víctimas o se da carpetazo.
“Fue una de las cosas que nos conflictuó al hacer el libro, pero dijimos: ‘Si tenemos un sistema que en ocasiones es corrupto y omiso, no vamos a hacer nada para cambiarlo, pero sí podemos por lo menos hacer que las víctimas y las personas conozcan el delito, que sepan también sus derechos’, porque no es lo mismo llegar a un Ministerio Público con un conocimiento previo a llegar sabiendo lo básico”, asevera.
Ante esta situación, Saskia Niño de Rivera llama a las autoridades a darse cuenta de que los delitos sexuales son problemas que destruyen el tejido social y que deben hacer de manera diferente las cosas.
“Tenemos mucho trabajo por delante, pero tenemos que poner todos de nuestra parte para salvar a las niñas y niños del país, que son los que están viviendo más este problema”, finaliza.
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