En 2014 todo era ascendente en la carrera del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya. La revista británica Energy Intelligence lo nombró como el “Ejecutivo petrolero del año”, destacando el cambio que, de acuerdo con la publicación, el funcionario había emprendido en la paraestatal.
“Bajo el liderazgo de Lozoya, Pemex emprende su transformación corporativa más importante en los últimos 75 años, ya que pasa de ser un monopolio estatal a una empresa estatal dinámica que competirá por las oportunidades en el sector, ya sea por sí sola o en colaboración con otras empresas petroleras”, se puntualizó tras su nombramiento.
Incluso la Universidad de Harvard lo presumió como uno de sus exalumnos con mayor proyección. A la par de esa distinción, Lozoya Austin fue nombrado Young Global Leader por el Foro Económico Mundial.
El joven funcionario contaba también con una sólida trayectoria académica con licenciaturas en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y una maestría en Desarrollo Económico y Administración Pública por la Universidad de Harvard.
Al ganar las elecciones en el año 2012, figuró en el equipo de transición como vicecoordinador de Asuntos Internacionales.
En su momento, se pensó que Lozoya Austin ocuparía la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), pues figuraba en la lista de los 40 jóvenes hispanos de mayor impacto en Estados Unidos, de acuerdo con una publicación de la revista Poder.
Además, contaba con el Premio al Liderazgo como Embajador Hemisférico, concedido por la Fundación del Consejo Americano de Negocios, en 2010.
Esta suerte finalizó en 2017, tras ser señalado como responsable en casos de corrupción mientras era titular de Pemex. Los elogios se convirtieron en delitos que lo han puesto en arresto en España.