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A través de trasplantes de materia fecal humana, cuyo nombre técnico es microbiota procesada, se ha descubierto una mayor efectividad para tratar la enfermedad Clostridium difficile.

Esta bacteria puede provocar diarreas recurrentes, con presencia de moco y sangre, que impiden el desarrollo de las actividades cotidianas y que si no se atiende correctamente puede incluso provocar la muerte.

Origen de la enfermedad. Los pacientes cuyo colon ha tenido una alteración son los que pueden desarrollar Clostridium difficile, pues ahí se encuentra la microbiota encargada de defendernos de enfermedades. Tratamientos como la quimioterapia o la hemodiálisis, y pacientes que reciben gentamicina, cefalosporina y penicilina, generan una alteración y barren la microbiota del intestino, provocando el acceso de la bacteria al colon, la cual prolifera, genera toxinas y causa la infección.

La función del tratamiento es tras- ladar la microbiota de un paciente sano a uno que presenta alteración, ésta contiene información genética que puede modificar el ambiente inmunológico y microorgánico. Según la gastroenteróloga Ana Teresa Abreu, 3% de la población es portadora de esta bacteria, sin presentar diarrea.

Eliminan diarrea, con trasplante de materia fecal
Eliminan diarrea, con trasplante de materia fecal

El líder de la investigación del Trasplante de Materia Fecal (TMF) en México, el doctor Adrián Camacho, coordinador de Epidemiología Hospitalaria en el Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González, afirma que han tratado esta infección con TMF desde hace varios años.

“Este tratamiento se utiliza a nivel mundial (...) con una alta tasa de éxito y un excelente perfil de seguridad comparado con otros tratamientos. Nuestro trabajo de investigación se apega a los lineamientos internacionales de seguridad y es avalado por nuestro comité de ética”, afirma.

Según la doctora Abreu, la aplicación puede ser por tracto intestinal, colonoscopía o puede administrarse vía oral por medio de cápsulas.

Actualmente existen bancos que reciben materia fecal para preparar muestras, las cuales pasan por un amplio escrutinio. Son mezcladas con una solución de harina (250 ml, por 50 gramos de materia fecal) y  finalmente son coladas, administradas o refrigeradas para la investigación o futura aplicación.

En septiembre de 2018, el artículo “Transferencia de materia fecal: pasado, presente y (no) futuro”, de Science Trends, indicó que el trasplante es una terapia emergente para manipular el microbioma en situaciones complejas. No es una terapia estandarizada y debe ser realizada por expertos en salud, con donadores sanos y con un seguimiento a corto y largo plazos.

Riesgos. Los principales efectos adversos pueden ser náuseas, fiebre, distensión abdominal, infecciones y síndrome de intestino irritable post-trasplante.

El procedimiento contiene material genético, por lo que existen factores de riesgo potenciales que dependen en gran medida del donador, los cuales podrían desencadenar en el posible desarrollo de enfermedades crónicas asociadas al microbioma del donante: neuropatía periférica, artritis reumatoide, entre otras.

Donadores. El escrutinio de los donadores abarca un historial clínico y exámenes médicos que indiquen que el individuo está sano. Se exige que el donador  no haya usado antibióticos en los últimos tres meses. Se examina con detenimiento el uso de sustancias, los antecedentes de viajes y factores sociales como conductas sexuales, encarcelamiento, tatuajes.

Regulación en México. La doctora Abreu indicó que hay un grupo de médicos interdisciplinarios (infectólogos, gastroenterólogos y microbiólogos) que busca, por parte de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, la regulación a nivel nacional sobre la materia. Aún no existe una fecha para la creación de este protocolo, ya que todavía no se le ha planteado a la Secretaría de Salud.

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