Más Información
313 detenidos por violencia de género en CDMX en menos de dos meses; violencia familiar y abuso sexual los delitos más denunciados
Senado celebra registro de casi 12 mil aspirantes para elección judicial; “marca un hito en la historia jurídica", dice
Enfrentamientos armados en Concordia y ataques a cámaras de vigilancia en Culiacán; Ejército se desplaza para controlar la violencia
Las definiciones inmediatas que tomará el Instituto Nacional Electoral (INE) pondrán a prueba a los cuatro nuevos consejeros electorales que elegirá hoy, en sesión de periodo extraordinario, el pleno de la Cámara de Diputados.
Expertos afirman que la llegada de nuevos consejeros no pone en riesgo la certeza de las elecciones, pues hay blindajes probados, pero sí es posible que el grupo político en el poder intente vulnerar la autonomía del INE si sus integrantes no muestran independencia plena.
Así, apenas asuman el cargo, los cuatro nuevos consejeros incidirán en decisiones cruciales: el probable registro de hasta seis nuevos partidos políticos nacionales; la designación de 47 consejeros electorales locales en 19 entidades, y las reglas con las que por primera vez los 500 diputados federales podrán contender para reelegirse.
También tocará a estos nuevos consejeros, en el cargo hasta 2029, organizar en 2021 las elecciones para renovar la Cámara de Diputados, el relevo de gubernaturas en 15 entidades, los comicios presidenciales de 2024 y, de nuevo, las intermedias de 2027.
También lee: Define Morena a sus aspirantes a consejeros del INE
En manos del conjunto de 11 consejeros del INE estarán además temas que marcarán la relación entre el INE, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena, como lo es la intención del Mandatario de no suspender, pese a las campañas en todo el país, sus conferencias matutinas, y la fiscalización de las finanzas de los partidos, como las de Morena en 2019, caracterizadas por el desorden y las denuncias penales, según la misma dirigencia.
Por eso, aunque los consejeros no pueden definir resultados electorales, se considera que según su firmeza podrían incidir en la retención o no de la mayoría legislativa de Morena en la segunda parte del sexenio e, incluso, en la continuidad transexenal de ese partido en 2024 y más adelante.
En entrevista, Jacqueline Peschard, exconsejera del extinto Instituto Federal Electoral (IFE); Lourdes Morales, académica del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y directora de la Red por la Rendición de Cuentas; José Antonio Crespo, investigador del CIDE y analista político, y José Antonio Díaz Naranjo, politólogo y exconsejero electoral local hablan de la relevancia del proceso.
Subrayan que los cuatro nuevos consejeros deben tener, ante todo, probada independencia.
Las designaciones requieren mayoría calificada, es decir, dos terceras partes de los diputados presentes, y Morena más aliados (PT, PES y PVEM) suman 332 votos, más dos independientes que suelen votar con ese bloque, son 334 necesarios, en el improbable caso de que acudieran los 500 diputados, por lo que no se descarta que pueda privar la aplicación de la mayoría y no de los consensos.
Integridad electoral
Para Peschard Mariscal, con cuatro nuevos consejeros no se afectará la calidad de las elecciones, pero expone: “No creo que pudiera afectarse la integridad de las elecciones, las medidas de seguridad son muy fuertes y vigiladas por todos, desde los ciudadanos que son funcionarios de casilla hasta los representantes de los partidos, en todas las etapas. Por ahí no tengo esa preocupación. Tengo preocupación porque se esté preparando un escenario en el que si Morena no gana, el Presidente pueda cuestionar los resultados, se ve en sus expresiones de que él va a ser el guardián, cuando éste ya existe y tiene que trabajar con autonomía, así, es difícil decir que está en riesgo la democracia, pero sí hay elementos autoritarios”, advierte.
También lee: Ceden PT y "rebeldes" de Morena en quintetas a consejeros del INE
Alerta que el Presidente asegura, contra todos los datos objetivos, que no hay elecciones limpias, y “mantiene una descalificación al INE, por lo que es previsible que trate de minar al árbitro para cuestionar los resultados si no le gustan”.
Regresión, un riesgo
La opinión de Crespo no es muy distinta y previene que está en riesgo la democracia y también la autonomía del INE. Lo que busca Morena es colonizarlo, por lo que están en juego la gobernabilidad y control electoral en 15 estados toda la segunda parte del sexenio, e incluso mantener el poder para Morena en 2024, asegura.
Esto no es un escenario imaginario, afirma, pues “ha quedado perfectamente claro que el Presidente no quiere al INE por ser autónomo y busca supeditarlo, le estorban las autonomías”.
Es probable que Morena use su mayoría calificada para decidir el curso del proceso, pues insiste en un INE subordinado al Ejecutivo como hicieron con la CNDH y otros organismos para “controlar 2021 y lo que venga, con mayor razón las presidenciales de 2024”.
Presión ciudadana
La politóloga Morales señala: “Después del desastre con la CNDH, cuya titular no sólo no cumplía los requisitos, sino que fue impuesta, me parece que ese riesgo de colocar afines sigue presente [ahora en el INE], aunque eso quedó ligeramente contenido” por el filtro aplicado para formar las quintetas de 20 semifinalistas.
Pero dado que al final esta es una decisión política, plantea que ojalá se entienda “que asesinando al árbitro no va a haber elecciones confiables y tranquilas, y que en el contexto que vive el país, lo que menos necesitamos es un árbitro cuestionado, eso puede detonar aún más violencia”.
También lee: Fractura a la 4T elección de consejeros del INE
Por ello pide, frente a voces que consideran que las instituciones electorales son innecesarias, recordar “lo que eran los comicios organizados por Gobernación y los fraudes. Impedir eso nos llevó a un órgano constitucionalmente autónomo que requiere recursos financieros y humanos para elecciones con certeza e imparcialidad, que respeten el voto”, insiste.
Los mejores perfiles, el blindaje
Para Díaz Naranjo, politólogo de la UNAM, no se aprecia un intento partidista por colocar afines en el INE: “Esperaría que no se presente ese escenario porque caeríamos en las cuotas y eso no le conviene al órgano electoral y ni siquiera al gobierno, porque quienes dicen quién gana o no las elecciones, no son los consejeros, sino los ciudadanos que votan”.
Por eso pide lupa de la ciudadanía, ahora y cuando ya esté integrado el INE. El mejor blindaje de un INE autónomo son los mejores perfiles, “con conocimiento teórico y práctico en la materia electoral y con aplomo suficiente”, dijo.