La tarde del 1 de febrero de 1922 sucedió un acontecimiento periodístico que marcaría la vida social de México: nace EL UNIVERSAL Gráfico, el primer periódico vespertino de nuestro país.

Esa tarde, los habitantes de la Ciudad de México descubrieron, atraídos por el asombro y la curiosidad, a los voceadores ofreciendo en las calles el primer diario vespertino en nuestra historia, con una noticia de ocho columnas de enorme relevancia para la época: “México suspende sus relaciones con Venezuela”.

Era una publicación que se ofrecía al precio de 5 centavos, y en la portada de su primer número hacía ostentación de un diseño novedoso que daba especial importancia al uso de la fotografía.

Ese día, la portada mostraba una imagen del gran torero Rodolfo Gaona, El Califa de León, con el siguiente pie de foto: “Gaona se ejercita en la cancha para probar sus energías y asegurarse de que puede torear en breve”; al centro de la plana, el retrato del capitán español José Luis Gómez de Arteche, con la breve referencia de que había sido “muerto en acción de guerra con el ejército español”, y en la parte inferior, la foto de una sonriente artista, la señora Quiroga, “que tomará parte de la función de esta noche a beneficio de la Casa de Salud del Periodista”. Era pues un diario de vanguardia por su sentido periodístico y por su singular diseño para esos años.

El lanzamiento de un diario vespertino sólo pudo ser obra del periodista con mayor visión de la época: Félix Fulgencio Palavicini, quien apenas cinco años antes, el 1 de octubre de 1916, había sido el fundador de EL UNIVERSAL, el diario que ha acompañado la vida de México desde hace ya 105 años y que entonces apareció con el eslogan: “Diario político de la mañana”.

El gran empuje de Palavicini lo había hecho dar antes espléndidos golpes periodísticos, luego del nacimiento de EL UNIVERSAL.

Primero, haber publicado en las prensas del periódico, en exclusiva, un adelanto de la nueva Constitución Política de México, en una edición que se agotó en sólo cinco horas, y otra gran noticia que publicó apenas 23 días de fundado el periódico, en una inusual edición extraordinaria que salió a la venta a las 22:00 horas del 23 de octubre de 1916, en la que dio la primicia de la postulación de Venustiano Carranza a la Presidencia.

Ese gran olfato periodístico hizo que se diera cuenta de que era necesario impactar entre la ciudadanía con un periódico que diera en la tarde, antes que nadie, las noticias de la mañana.

Durante el tradicional brindis del año nuevo de 1922, Palavicini, que es necesario recordar que fue también uno de los brillantes legisladores del Congreso Constituyente de 1917, anunció la futura nueva publicación:

“Señores, mandar a la calle EL UNIVERSAL Gráfico será un éxito inmediato.

“¿Se dan cuenta de que no hay competencia? Podremos publicar resúmenes de las informaciones aparecidas en los matinales y todo lo que sucede hasta las dos de la tarde”.

El éxito de El Gráfico fue extraordinario y su cercanía con los lectores ha sido espléndida desde entonces y a lo largo ya de sus primeros 100 años.

Proporcionar la información más importante del día y el atractivo de sus diversas secciones fueron haciendo de El Gráfico un periódico muy popular y querido por la gente, bajo la dirección de José González y de José Manuel Puig Casauranc, quien más tarde llegaría a convertirse en secretario de Educación.

Una de sus columnas, llamada Paréntesis sentimental, tuvo tanto éxito que luego fue vendida como libro en tirajes de miles de ejemplares.

Así se consolidó el tercero de Los Universales, porque El Gráfico se sumó a EL UNIVERSAL y al emblemático EL UNIVERSAL Ilustrado, que hiciera el famoso periodista Carlos Noriega Hope.

Y quién iba a decir, cuando nació ese diario vespertino que circulaba de lunes a sábado, que iba a salvar a su hermano mayor. A mediados de la década de los 20, cuando EL UNIVERSAL se vio afectado por grandes problemas financieros, el éxito de El Gráfico permitió que saliera avante de sus crisis.

Cuando en 1969 me hice cargo del destino de Los Universales, me di cuenta del valor que El Gráfico tenía para nuestros lectores y que había que impulsarlo decididamente.

Ahora es un sólido periódico matutino que mantiene la cercanía con la gente y que, con un tono muy accesible, logra que su gran número de lectores se entere de las noticias nacionales de manera ágil, acompañado, como desde sus inicios, del uso amplio de la fotografía, que se vuelve noticia por sí misma, y con un tratamiento periodístico que permite que el lector se entere rápidamente de las noticias.

No ha perdido ese sentido que le quiso dar Félix Fulgencio Palavicini cuando decía: “En 10 minutos, el público tiene que estar informado”.

El Gráfico tiene un grupo muy valioso de colaboradores de los que estamos muy orgullosos y a los que felicito por su trabajo de llevar información, entretenimiento e impactar con sus noticias a su cada vez mayor número de lectores.

Ha sido también uno de los primeros periódicos en los que las mujeres periodistas han tenido un papel muy importante, incluyendo la etapa en la que durante varios años su dirección editorial estuvo a cargo de una destacada periodista, María Félix Escalante.

Hoy, El Gráfico llega a su centenario con la vitalidad de siempre y con un gran equipo que encabeza su director editorial, Édgar Córdova.

Hace 100 años comenzó esta gran historia periodística: ha pasado un siglo de logros y también de muchas transformaciones, pero estoy seguro de que nuestro Gráfico tiene un gran futuro y de que seguirá siendo uno de Los Universales más queridos.

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