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El Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, en un hecho sin antecedentes, encabezó el reconocimiento a la trayectoria de la exdirectora de El Gráfico, María Félix Escalante Romero, quien concluyó su ciclo laboral en la empresa, a la que llegó recién terminada su carrera de periodismo.
“María siempre ha sido una mujer echada para adelante, y nombrarla directora de El Gráfico, en 2007, fue un acierto para Los Universales, que me honro en dirigir desde hace 50 años”, afirmó el Licenciado Ealy Ortiz.
Acompañado por el director General de EL UNIVERSAL, Juan Francisco Ealy Lanz Duret, el Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración con emoción dijo: “Nos sentimos agradecidos y admiramos la responsabilidad y el profesionalismo que, durante 36 años, has entregado a Los Universales; has puesto un estándar máximo de lealtad y dedicación para las generaciones venideras”.
La madre de la exdirectora de El Gráfico, Ofelia Romero Chávez; su hija, Sara Alonso Escalante; su primo Omar Bibiano y la esposa de éste, Lluvia Barraza, hablaron de su orgullo, renovado por el reconocimiento a la periodista guerrerense.
El misterio de la letra “F”
En 1985, un mes después de los terremotos, María Félix Escalante Romero entró a pedir trabajo al periódico impresionada en sus días de estudiante cuando un profesor abrió su interés por lo que significa la inicial en el nombre de Félix F. Palavicini.
Ahí empezó la historia de la trayectoria de una mujer que se abrió paso en una redacción dominada por hombres e impuso su estilo profesional de trabajo exigente en pos de la calidad del periodismo de esta casa editorial.
La “F” del nombre del fundador de EL UNIVERSAL es de Fulgencio, y así se llama, comentó María Félix a los invitados a la comida en su honor, este salón, el de los grandes acontecimientos de El Gran Diario de México.
El director General, Juan Francisco Ealy Lanz Duret, le dijo: “Hicimos una época”, con El Gráfico, que pasó de vespertino a la mañana y con una conducción de mujer. El pasado era de hombres y Escalante Romero triunfó con los tirajes más altos del periódico popular, en un ambiente de trabajo, de liderazgo y sencillez. Y la felicitó “con mi cariño”, por su trayectoria, toda desarrollada en esta casa editorial.
María Félix Escalante Romero agradeció el apoyo, las oportunidades, la sencillez y la generosidad de la familia Ealy, así como a los periodistas que la respaldaron, en especial Luis Sevillano, el subdirector General a quien llegó a pedirle empleo y que trabajaba todos los días, como recordaron con admiración Juan Francisco Ealy Ortiz y Juan Francisco Ealy Lanz Duret.
Sara Alonso Escalante, su unigénita, abrió los secretos: “Mamá, todo el tiempo estás en el El Gráfico, como si fuera tu novio”.
Celebra la oportunidad de que su madre cumpla sus sueños, como uno que se quedó pendiente en su pueblo El Porvenir, Guerrero: vender pan caliente.
A todos les dijo de aquella vez que un maestro, al ver la primera plana del periódico y leer la cabeza de la nota de la muerte de Michael Jackson: “Ya bailó”, confesó que quería conocer a quien había escrito esa frase. Sara sintió una ráfaga de orgullo por la novia de El Gráfico.
Periodismo cercano a la gente
En torno de una mesa, 20 comensales expresaron su admiración y respeto por la periodista, “quien nos dio ejemplo de que el periodismo, al mismo tiempo que profesional, puede también ser cercano a la gente”, dijo Juan Francisco Ealy Ortiz.
“Hoy nos reunimos, con las medidas necesarias de precaución, para reconocer el trabajo en esta casa editorial de una de las integrantes más importantes en la trayectoria de Los Universales: María Félix Escalante Romero”, manifestó.
Expresó que El Gran Diario de México se enorgullece de haber sido de las primeras empresas en dar oportunidades laborales a las mujeres en tiempos en que México se resistía al cambio.
“María nos demostró que el liderazgo no tiene género, que la conducción profesional de un equipo de trabajo no es únicamente para hombres”, dijo.
Un reconocimiento así, una vez en 50 años.
