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El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) representó un gasto excesivo, no logró credibilidad entre la comunidad educativa y, en vez de ejercer su autonomía, se convirtió en comparsa del gobierno federal, coincidieron investigadores y especialistas en el tema.
Aurora Loyo, investigadora de la UNAM, consideró un “desperdicio tirar a la basura” la experiencia de los equipos técnicos del instituto y espera “que exista cordura. Gilberto Guevara Niebla (subsecretario de Equidad en la SEP) conoce el instituto y sería esperable que ayude a conservar lo que se necesita conservar”.
Ángel Díaz Barriga, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, dijo que el organismo “se ganó a pulso su cancelación por no escuchar las críticas” que se le hicieron en su momento por respaldar a la Secretaría de Educación Pública en su implementación de la evaluación de desempeño docente.
“La verdad es que el INEE no tenía autonomía, y si la tuvo no la ejerció. Ahora resulta que en las últimas semanas nos dicen que no fue culpable de lo que hizo. Lo que en realidad me preocupa del nuevo centro de evaluación no es que sea autónomo o no, sino que quien tenga la responsabilidad de mejorar la educación la asuma y conozca qué es lo que pasa en las escuelas”, dijo.
Para Catalina Inclán, investigadora de la UNAM, es preocupante que la iniciativa no contemple con claridad cómo se va a determinar el ingreso al magisterio: si se conservarán los concursos de oposición o si se regresará a la asignación automática de plazas a los normalistas.