Fue el día en que el ala dura (radical) de la Cuarta Transformación tomó —por unos minutos— la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para ver el ungimiento de una de las suyas: Lenia Batres Guadarrama como integrante del Máximo Tribunal del país. Inmediatamente se autollamó como “la ministra del pueblo”.

Era un día importante, pues por primera vez llegaría una ministra designada por el líder de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, que hasta la ministra Loretta Ortiz Ahlf lo sabía y suspendió sus vacaciones para estar presente en la investidura, a diferencia de sus compañeros Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcántara Carrancá, quienes prefirieron continuar con su periodo de descanso.

A la sesión solemne de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estuvieron convocados 140 invitados especiales, aunque sólo caben 75. No todos asistieron, pero sí los suficientes para vitorear y aplaudir la unción de la nueva ministra, entre ellos, su padre Cuauhtémoc Batres; sus hermanos Viétnika, Martí (actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México) y Valentina Batres Guadarrama, su hijo Emiliano y su sobrina Erandi.

El salón de plenos de la Corte se llenó de invitados especiales, incluso de funcionarios de peso de este gobierno, como la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro; la consejera Jurídica del Ejecutivo federal, María Estela Ríos; el subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Segob, César Yáñez; la exsecretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; el vocero del gobierno de México, Jesús Ramírez; la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy; el senador César Cravito; el académico John Akerman; la exaspirante a ministra, Bertha Alcalde y funcionarios del gobierno capitalino.

“Bravo, bravo Lenia” exclamaron algunos invitados después de que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, impuso la toga magisterial a la nueva ministra, ante rostros serios y desencajados de los ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar Morales, Javier Laynez Potisek y Alberto Pérez Dayán. Se percibía la lejanía de personalidades.

Pero Lenia sintió el apapacho y se dio cuenta que en la Suprema Corte de Justicia no estará sola, pues hay aliadas.

La ministra Yasmín Esquivel Mossa fue la encargada de darle la bienvenida al pleno. No ocultó su satisfacción por la llegada de Batres Guadarrama, la decimoquinta mujer ministra, con lo que, dijo: “Se constató la convicción política del [Jefe del] Ejecutivo federal, ya que los últimos cuatro nombramientos han sido mujeres, apostando a su talento por la igualdad de género y por la no discriminación…”.

Desde la primera fila, una eufórica familia Batres Guadarrama aplaudía a la mujer que Esquivel Mossa definió de “excelencia académica e ideales, y de acción eficaz, que aportará y enriquecerá los debates y proyectos que a la Suprema Corte de Justicia de la Nación le corresponde analizar”.

Todo eran aplausos y vítores, hasta que la nueva ministra se estrenó con señalamientos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que tensaron la sesión solemne en el recinto de avenida Pino Suárez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Caras largas y de desconcierto se observaron en los ministros Alberto Pérez Dayán, Javier Laynez Potisek, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar Morales y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, cuando Batres Guadarrama afirmó: “Podrían decir que la Suprema Corte de Justicia sí es el órgano supremo en el país porque puede anular leyes por mayoría calificada, pero se equivocan, porque si actuara como verdadero tribunal constitucional, no prevalecería la Suprema Corte, sino la Constitución. En una reflexión seria y mesurada: la Suprema Corte tendría que concluir que debe autolimitarse y someterse a la auténtica jerarquía normativa de nuestro país”, opinó.

Lo anterior le valió aplausos únicamnente de las ministras Loretta Ortiz Ahlf y Yasmín Esquivel Mossa, del consejero de la Judicatura Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, y de sus familiares.

Fue el día en el que la llegada de la 4T se sintió en el Máximo Tribunal del país en el que esperan que no le fallen al Presidente en su lucha por transformar el Poder Judicial. El primero en abandonar el pleno fue el ministro Luis María Aguilar Morales al termino de la sesión. Entre quienes serán sus compañeros... hubo caras largas, pocos aplausos y una bienvenida fría.

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