Concluyo el proceso de designación de la presidencia del Consejo General del INE y tres consejerías, ya están en funciones la Consejera Presidenta, una Consejera y dos Consejeros electorales quienes se suman a los trabajos de siete consejerías que permanecen en el máximo órgano de dirección del Instituto Nacional Electoral.

Sin demerito alguno de las y los designados se tiene que señalar que fue un proceso altamente cuestionado, desde la integración del Comité Técnico de Evaluación conformado por siete personas, de las cuales la mayoría fueron señaladas por tener cercanía o afinidad con el partido en el poder, para muchos llamó la atención que los partidos de oposición o supuesta oposición simplemente callaran y no levantaran siquiera la voz para manifestarse en contra de una integración parcial o partidista del colegiado que tendría la responsabilidad de evaluar y proponer los mejores perfiles para tan importantes cargos como lo es ser Consejera o Consejero Electoral del INE.

Aparte de la conformación de dicho comité durante las diferentes etapas del proceso existieron inconformidades y serias dudas, algunas un tanto absurdas y otras con argumentos.

Tan absurdos algunos comentarios como aquellos que se indignaron porque no les dieron el registro solo porque les faltaron “algunos” documentos o por no haber certificado el título profesional tal y como lo señalaba la convocatoria.

Después de la aplicación del examen hubo muchas voces que dijeron que hubo personas con acordeón a la hora de contestarlo, en mi opinión un tanto absurdo dicho señalamiento, en primer lugar, porque todos quienes presentamos el examen entramos sin objetos, bolsas o celulares, segundo no me puedo imaginar que alguien haya sacado algún acordeón sin que se dieran cuenta las personas de su alrededor y no me cabe en la cabeza que si alguien vio algo sospechoso no hubiera levantado la voz en el momento, al final de cuentas todas y todos éramos competencia unos de otros.

Independientemente de si hubo o no preguntas muy confusas y subjetivas en el examen, en la etapa de aclaraciones en redes sociales circularon muchas imágenes de respuestas otorgadas por el Comité sin fundamento y sin razón alguna.

Para quienes obtuvieron las calificaciones más altas en el examen y continuaron en el proceso llego la etapa de valoración del currículum vitae y de los documentos elaborados por las y los aspirantes como fueron la exposición de motivos y un ensayo.

Junto con esta etapa llego la subjetividad, la opacidad y la nula transparencia en el proceso, tras unos días el comité emitió una lista de las y los “mejores” evaluados y que accedían a las entrevistas, sabemos que la ponderación era del 40% para el currículum vitae, 30% para la exposición de motivos y 30% para el ensayo y lo

sabemos porque eso indicaba la convocatoria, pero de esta etapa surgen diversos cuestionamientos.

De la valoración del currículum no se sabe cuántos puntos le dieron por ejemplo a la escolaridad, es decir, debe de tener una valoración diferenciada para quien tiene licenciatura, maestría o doctorado.

De igual forma se debió valorar si se contaba o no con experiencia profesional en materia electoral y podía dársele diferente valor dependiendo del número de procesos electorales en los que se haya participado.

No se sabe nada al respecto de que o como valoraron el currículum, si se tomó o no en cuenta el tener publicaciones, aspecto que en la propia convocatoria si bien no lo mencionaba como un requisito si te daba la opción de anexar.

Y si bien la valoración del currículum fue opaca, la de la exposición de motivos y ensayo es difícil tan siquiera imaginar cómo se llevó a cabo, ¿bajo que parámetros se puede evaluar una exposición de motivos? El ensayo valía más si en él se manifestaba uno a favor de cierta corriente política, fue desechado por manifestarse a favor de fortalecer la democracia, de verdad las y los integrantes del Comité conocen tan bien al INE como para valorar las propuestas de mejora propuestas por las y los aspirantes, la verdad es que no lo creo.

Y de las entrevistas mejor ni hablamos, quienes tuvimos las ganas y el tiempo de verlas pudimos observar lo tendencioso que fue el actuar en muchos casos por parte de los integrantes del Comité, es más, en muchas entrevistas se nota la falta de atención a las respuestas de los entrevistados, cabe mencionar que de igual modo se notó quienes si leyeron los ensayos y las preguntas versaron sobre ello.

Al final de cuentas me parece que era una buena oportunidad para que uno de los procedimientos de designación más observados se realizará de manera ejemplar, pulcra, transparente, a la altura de las necesidades, era el foro ideal para que las y los integrantes del Comité Técnico de Evaluación brillaran y demostraran su profesionalismo y compromiso con México, ni hablar, en términos generales les quedo grande el encargo y sí, el Comité nos quedó a deber

Después de conversar con algunos aspirantes, se coincide en que, quienes fueron insaculados y designados afortunadamente tienen experiencia en materia electoral y se espera un buen desempeño de su parte.

También hay que destacar el nivel académico y profesional de la gran mayoría de aspirantes a ocupar un lugar en el Consejo General del INE y la clase demostrada por muchos que se quedaron en el camino.

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses