justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Nueva York.— Vicente Zambada Niebla, Vicentillo, terminó su aparición en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera asegurando que su “compadre Chapo” no es su enemigo ni tampoco el mito que quiere vender su equipo defensor, sino un “narcotraficante real que trabajaba con droga” y líder del Cártel de Sinaloa, junto con su padre, Ismael El Mayo Zambada.
Vicentillo estuvo cerca de 50 minutos en el estrado, culminando un interrogatorio de 14 horas, repartidas en tres días, en los que se despidió de su compadre con un leve cabeceo, a modo de saludo respetuoso, como dando a entender que la obligación judicial se sobrepuso a la estima entre ambos.
“Él [El Chapo] sabía que testificaría, porque me declaré culpable cuando él estaba libre”, se justificó Zambada, reiterando que “no era oculto que iba a colaborar” y ponerse a disposición del gobierno de Estados Unidos en todos los casos que sea requerido.
“No veo el futuro y no sabía que mi compadre Chapo estaría aquí. No es mi enemigo”, reiteró una y otra vez. A pesar de eso, y con la presión del acuerdo de cooperación con la fiscalía desde hace años, insistió en que El Chapo es “un líder del Cártel de Sinaloa”.
“Es un narcotraficante real, un socio de mi papá [El Mayo Zambada]”, dijo, desmontando la estrategia de la defensa de que El Chapo no tenía un rol principal tan importante en el cártel, que según su tesis estaría únicamente liderada por el padre de Vicentillo.
La defensa de Guzmán insistió en que el sinaloense es un chivo expiatorio. Eduardo Balarezo, abogado de El Chapo, hizo la pregunta retórica de por qué casi todos los líderes narcotraficantes mexicanos han sido detenidos o están muertos, a excepción única de El Mayo.
Empezó a presentar fotografías de socios, colegas, amigos y enemigos del mundo del narcotráfico: todos, incluido El Chapo, están detenidos o muertos, excepto El Mayo.
“¿Qué quiere que le diga?”, replicó Vicentillo, casi con sorna.