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Elisa es economista y antes de ser diagnosticada con una protuberancia en el pecho trabajaba en una institución de gobierno. Llegó a la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam), porque al sentir una bolita en uno de sus senos, en su clínica familiar la consideraron muy joven para tener el padecimiento.
“‘Tienes 24 años, debe ser otra cosa’, me dijeron, pero en la fundación no pasó ni un mes y comencé mi ciclo de quimioterapias. El cáncer de mama no espera”, contó.
Al enterarse que por no haber un convenio entre Fucam y el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), las más de 8 mil pacientes y las de nuevo ingreso serán referidas a hospitales del sector público , Elisa pidió al gobierno que “reconsidere llegar a acuerdos con este organismo que nos ha salvado la vida a miles, no sólo por los servicios gratis, sino por atendernos rápido”.
En México, la detección tardía y la demora para acceder a un tratamiento son los principales motivos por los que mujeres con el padecimiento mueren. De acuerdo con el Observatorio Regional del Cáncer de Mama, una paciente tarda en promedio 93 días para ser atendida después de ser diagnosticada.
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Diana Flores Díaz, adscrita al servicio de Tumores Mamarios del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), coincidió en que en el país la tardanza entre recibir el diagnóstico y comenzar tratamiento es crucial para sobrevivir.
Atención oportuna
A Nurit de los Reyes le dijeron que tenía cáncer de mama en julio de 2019. “Tengo familiares con cáncer que se atienden en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde tardan mucho, pero en Fucam en una semana me hicieron mastografía, ultrasonido y biopsia. En días supe del diagnóstico y enseguida empecé mi tratamiento”, señaló.
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Sobre la respuesta del gobierno federal de que las mujeres recién diagnosticadas se atenderán en el INCan y en los hospitales Juárez y General de México, la mujer expresó que le gustaría que “mis hermanas recibieran la atención digna que me dieron en Fucam”.
Las autoridades capitalinas se comprometieron a fungir como enlace entre ellas y la Secretaría de Salud (Ssa) para que atienda sus demandas. Más tarde, Fucam informó que el Insabi aseguró que reembolsaría los gastos pendientes por cubrir de tratamientos de mujeres que iniciaron protocolos en el último semestre de 2019.
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Fucam enfatizó en que sus puertas siguen abiertas para nuevas pacientes por medio de cuotas de recuperación de acuerdo a un estudio socioeconómico. “Confiamos en colaborar con este nuevo sistema de salud a favor de las mujeres más vulnerables de nuestro país”.
