Los normalistas de Ayotzinapa detenidos en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, fueron entregados al grupo criminal Guerreros Unidos para su desaparición y ejecución.
Según la narrativa que la comisión presidencial para el caso Iguala compartió ayer a los familiares de los estudiantes en Palacio Nacional, y que este martes se hizo pública, la red entre autoridades de los tres órdenes de gobierno y la delincuencia organizada, con grupos como Guerreros Unidos, fue un factor que facilitó y perpetró la desaparición forzada de los 43 jóvenes, cuyo caso cumple este martes nueve años.
De acuerdo con el documento, elaborado con base en testimonios y análisis de comunicaciones, elementos del Ejército y la extinta Policía Federal, adscritos en Iguala, tenían vínculos con dicha organización criminal al momento de la desaparición de los normalistas.
"A partir de diversas fuentes existen vínculos entre algunos elementos la Policía Federal y el Ejército que operaban en la región de Iguala con Guerreros Unidos. Derivado de diversas declaraciones de distintos testigos, así como mensajes de texto aportados por la DEA, se vinculan con 'Guerreros Unidos' el entonces Coronel José Rodríguez Pérez, Comandante del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala, el Capitán José Martínez Crespo y el entonces Coronel Rafael Hernández Nieto, Comandante del 41 Batallón.
"Conforme a estas declaraciones, algunas brindadas en procesos judiciales en Estados Unidos, estos elementos recibían dinero de Guerreros Unidos, proveían armas y municiones, facilitaban el trasiego de drogas y brindaban protección al grupo delictivo”, señala el documento.
En el informe se asegura que el capitán del Ejército, José Martínez Crespo, actualmente preso, participó en la entrega de los estudiantes al crimen organizado.
A partir de testimonios y análisis de comunicaciones, la fiscalía del caso tuvo conocimiento de que el subdirector de la policía municipal de Cocula, Francisco Salgado Valladares, instruyó a sus elementos recoger a los estudiantes en la comandancia de la Policía de Iguala (barandillas), para que los entregaran en Loma de Coyotes a los policías municipales de Iguala.
En dicha acción, se identificó la participación del capitán Martínez Crespo, señalado por un testigo con clave "Juan".
"Pero en días pasados yo tuve la oportunidad de platicar personalmente con el capitán José Martínez Crespo, y él me refirió,que había colaborado a la detención y a entregar algunos.
"Al momento de la desaparición de los estudiantes, Guerreros Unidos mantenía un importante nivel de penetración y cooptación de las autoridades encargadas de la seguridad pública y el combate al narcotráfico en la región. Esta red que involucraba a autoridades de los tres órdenes de gobierno fue sin duda, un factor que "facilitó" y perpetró la desaparición forzada de los 43 normalistas" , refiere el informe que se presentó a los padres de los 43 normalistas en Palacio Nacional.
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