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El camino que México ha transitado para pasar del militarismo a un gobierno completamente civil, no parece terminar. Si bien fue desde 1945 que se institucionalizó el “civilismo” en el país, las tareas civiles no dejan de estar presentes en el ámbito militar.
Un grupo de reconocidos historiadores mexicanos coincidieron en cuestionar si hoy en día es necesario, viable y sano que los militares asuman las tareas que pueden corresponder al ámbito civil.
En el marco del foro “El arduo camino hacia un gobierno civil: De Calles y Cárdenas a Miguel Alemán”, organizado por la Fundación Alemán, los historiadores relataron que si bien en México se ha recorrido un largo camino para llegar a un gobierno completamente civil, éste no ha terminado aún.
La actual administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador , ha delegado en el Ejército Mexicano y la Fuerza Armada de Méxic o, responsabilidades que al menos hasta el inicio del siglo XXI, recaían en el ámbito civil: la construcción del nuevo aeropuerto; vigilancia total de puertos y litorales; continuidad en tareas de seguridad pública, entre otras.
Alejandro Carrillo
, director de la Fundación Alemán, recordó que al menos hasta antes de 1976, el manejo de los puertos mercantes estuvo en manos de lo que hoy es la Secretaría de Marina.
El regreso de esta facultad a la Secretaría de Marina, detalló, regresó durante el último año del sexenio que encabezó Enrique Peña Nieto, en 2018.
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Diego Valadés
, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, consideró que es un riesgo y problema, el que los militares asuman facultades civiles, toda vez que ello refleja que el gobierno mexicano se mantiene reacio a aceptar que las funciones del gabinete deben ser vigiladas y cuestionadas por el Congreso, como ocurre en democracias avanzadas.
“Con la militarización de la administración pública, nos alejamos de la posibilidad de que los militares encargados lleguen a hacer declaraciones ante el pleno del Congreso”, consideró.
Soledad Loaeza
, del Colegio de México, expresó preocupación por todas las atribuciones que se han dado al Ejército. Cuestionó si realmente los militares están preparados para asumir las funciones encomendadas.
“Tengo la sensación de que el Presidente toma a los militares como solución para todo”, indicó.
Si se piensa que se pueden transferir responsabilidades al Ejército asumiendo que en esa institución no hay corrupción, indicó María Marván , del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, es necesario recordar que los integrantes de este cuerpo castrense también son seres humanos.
“La responsabilidad se combina con la negación a leyes de adquisiciones (...) tener un país corrupto es un problema, tenerlo con instituciones corruptas es más grave. No encuentro respuesta lógica a que el Ejército sea la excepción”, mencionó.
Javier Garciadiego
, del Colegio Nacional, detalló que los militares, hoy en día, recuperan funciones que antes tuvieron. La pregunta, resaltó, es ¿por qué?
“¿Por qué el presidente Andrés Manuel López Obrador, que toda su vida se mostró contrario a los militares, ahora encuentra otras perspectivas?”, preguntó.
Garciadiego mismo planteó respuestas: porque el hoy Presidente -quizá- encontró más corrupción de la que se conoce; porque tal vez el jefe del Ejecutivo no encuentra entre sus cuadros partidistas más cercanos, gente capacitada; porque en el sector militar hay más lealtad y disciplina.
“El Presidente acude a los militares, y cómo decimos los historiadores, el tiempo nos dirá por dónde fue el proceso”, puntualizó.
hm