El gobierno federal tiene listo a un ejército de 19 mil empleados públicos, conocidos como , a fin de promover la vacunación contra el Covid-19: darán a conocer los antídotos, acompañarán a las brigadas y recibirán en más de 9 mil centros integradores para el bienestar a tres millones de adultos mayores para su inmunización.

Este despliegue de trabajadores se da en la víspera del arranque de las campañas electorales 2021, en la que se decidirán más de 21 mil cargos, entre ellos 15 gobernadores y los 500 integrantes la Cámara de Diputados federal.

Entre quienes forman parte de los servidores —tambien conocidos como siervos de la nación— hay los que en 2018 hicieron promoción y defensa del voto a favor de Morena y participaron, tras la victoria presidencial de Andrés Manuel López Obrador, en la realización del Censo para el Bienestar.

El pasado 18 de enero, el presidente López Obrador detalló que habrá 10 mil brigadas de vacunación que estarán integradas por cuatro elementos de las Fuerzas Armadas, cuatro promotores —dos servidores de la nación y dos de otras instituciones-, además de dos personas del sector Salud. Coordinarán las Brigadas correcaminos de vacunación.

Ejército de expromotores del voto, listo para vacunar
Ejército de expromotores del voto, listo para vacunar

Pero no sólo será eso, sino que, además, el lugar donde serán inmunizados los cerca de 3 millones de adultos mayores de 60 años que viven en zonas alejadas del país, son los casi 10 mil centros integradores del bienestar, lugares donde reciben su pensión económica del gobierno federal en zonas marginadas.

Incluso, el presidente López Obrador informó que, aparte de recibir la vacuna contra el Covid-19, a los adultos mayores se les entregará el pago adelantado de dos bimestres de pensión.

De acuerdo con el documento rector de la Política Nacional de vacunación contra el virus SARS-CoV-2, para la prevención de la Covid-19 en México, el personal de los programas de salud pública, entre los que se encuentran vacunadores, brigadistas y empleados de campo, recibirían la vacuna durante el segundo bimestre de 2021; sin embargo, ya hay servidores de la nación que fueron inmunizados.

Al respecto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, resaltó que los brigadistas podrían recibir la vacuna, es decir, que está justificado dentro del plan de vacunación, pero hasta el momento no han detallado cuál es el número de dosis aplicadas dentro de este grupo de personas.

Hasta el 23 de enero, el gobierno de la 4T aplicó 618 mil 768 dosis de Pfizer, entre éstas se cuentan las 2 mil 766 que se aplicaron en docentes de Campeche.

El 12 de enero, cuando llegó el primer embarque con más de 400 mil vacunas de Pfizer al país, el secretario de Salud (Ssa), Jorge Alcocer, indicó que 750 mil trabajadores de la salud laboran en la primera línea de atención a pacientes Covid y que, según su política, para el 31 de enero sería cuando este personal médico esté vacunado, pero aún falta por inmunizar por lo menos a 133 mil profesionales médicos.

El origen

En el prólogo del libro Servidores de la Nación, de Rafael Hernández Estrada, el académico José Woldenberg refiere que, con base en esa investigación, desde antes de iniciar el actual gobierno se desplegaron voluntarios que simpatizaban con el proyecto de López Obrador para realizar el llamado Censo para el Bienestar.

“La fecha es relevante porque para entonces todavía no había asumido la Presidencia López Obrador, pero esos servidores actuaban como mensajeros de un nuevo gobierno, cuando no eran [hasta ese momento] más que un batallón de particulares”, señaló Woldenberg.

Agregó que el libro de Rafael Hernández es un estudio puntilloso que permitió al PRD interponer un recurso ante el INE por la promoción anticonstitucional del Presidente a la sombra de programas sociales: “Y el recurso prosperó y el instituto, a través de su Comisión de Quejas y Denuncias, dictó medidas cautelares y obligó al cese de la promoción personalizada”.

Rafael Hernández, consejero nacional del PRD, consideró que a pesar de que el Presidente afirmó que las brigadas compuestas por servidores de la nación se crearon a fin de evitar politiquería, el simple hecho de usar a sus siervos se convierte en un acto político y con fines electorales.

“El hecho de que hayan incluido en las brigadas de vacunación a los siervos de la nación, que no tienen absolutamente nada que hacer, es una muestra más de politiquería electorera por parte del presidente, su tarea es hacer los censos, pero son ellos los que van a autorizar a quien se vacuna y a quien no, sin que sean autoridades sanitarias, son promotores del voto”, manifestó.

Especialistas

Ante este panorama, especialistas consultados por EL UNIVERSAL consideraron que integrar a los servidores de la nación obedece más a un acto político y electoral que a reforzar el apoyo de la vacunación masiva contra el virus.

Para el académico de la UNAM, Édgar Ortiz Arellano, la estrategia del gobierno es de carácter autoritario y se enfoca en usar el proselitismo a favor de la administración, resaltó que por muy grande que sea el reto de vacunar a más de 90 millones de mexicanos, no se justifica que se integre a los servidores.

“Morena apela a la estrategia de un gobierno autoritario, que es usar el clientelismo político, los siervos de la nación navegan en la opacidad, no se sabe bien a bien qué hacen, cuánto ganan, son promotores de políticas sociales, hacen levantamiento de padrones de personas, tienen una radiografía de las condiciones electorales.

“En la vacunación contra el Covid no está justificado que participen siervos, pareciera que a este grupo le cayó como anillo al dedo para intervenir socialmente y usar la vacuna para tener una ventaja electoral”, opinó.

Rafael Morales, doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que el gobierno debe ser más transparente con todo lo que respecta a la vacunación, porque sólo de esa manera se pueden alejar las especulaciones sobre un mal manejo de los recursos, que en este caso serían los antídotos.

“Las decisiones que ha tomado el gobierno de integrar a los siervos de la nación en las brigadas de vacunación son acciones polémicas que se derivan de la ambigüedad de la planeación nacional para la vacunación.

“Toda acción del gobierno tiene un efecto político, toda acción en un periodo electoral tendrá resultado de esa naturaleza, el gobierno debe ser muy cauto en este tipo de medidas, porque precisamente puede haber un cuestionamiento generalizado a que el incorporar a estos servidores pueda tener el objetivo de tener un rendimiento electoral”, dijo.

Los expertos además coincidieron que si bien, la administración actual puede usar la vacunación Covid para obtener dádivas electorales, también puede ser contraproducente y provocar no sólo un malestar generalizado, sino que la oposición se organice y obtenga la mayoría en el Congreso de la Unión.

“En la medida que no hay un plan nacional de vacunación, que se vacune a siervos de la nación antes que a personal médico, que haya quienes se salten la fila, entre otras cosas, la oposición encuentra argumentos para poder enderezar una crítica sustentada al gobierno, encuentra elementos para poner en duda la legitimidad de las acciones que el gobierno está poniendo en marcha, el gobierno en lugar de actuar en cumplimento de su deber, lo hace con consideraciones de tipo electoral y esto le puede cobrar factura”, afirmó Rafael Morales.