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De frente y sin intermediarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio prácticamente un “jalón de orejas” a los diputados y senadores de Morena, con la consigna de que “se vayan al carajo los ambiciosos vulgares del partido” y les pidió que el instituto político que fundó hace cinco años no se vaya a convertir en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) o en un partido de Estado.
“Les digo aquí a los militantes de Morena, compañeras y compañeros, que cuiden el partido. Nosotros fundamos al PRD y celebro que ya no se llame así, es decir, que sea ahora Formato 21 [sic], no sé, pero festejo porque ni siquiera el nombre, imagínense Morena, que tuviera que ver en echar a perder un partido corrupto, antidemocrático y se siga llamando Morena, no. Radiocentro, que le cambien el nombre”, mencionó.
Ya como Mandatario federal, López Obrador asistió a la reunión plenaria de las bancadas de diputados y senadores de Morena, donde salió a relucir la división y los problemas que viven por la presidencia de la Cámara Alta y la dirección nacional del partido.
En una reunión privada, leyó la cartilla a sus legisladores, quienes por momentos convirtieron la visita oficial en un mitin de plaza pública y a pesar de tratarse del Presidente, cayeron en acusaciones cruzadas, efectuadas a gritos.
“Entre todos hay que ayudar para que se mantengan [en Morena] principios, ideales. Que se vayan al carajo los ambiciosos vulgares. Los otros partidos están en crisis y cuidemos que el partido no caiga en crisis”, manifestó.
En un audio al que tuvo acceso EL UNIVERSAL del encuentro, se escucha cómo el Mandatario dejó callados a varios al advertir que si Morena se echa a perder, renunciará a su militancia, porque su partido es “una bendición y algo único”.
Adelantado a los tiempos electorales, López Obrador dijo que los cargos no son un papel, por lo que hay que ganárselos.
Al frente estuvieron presentes aquellos líderes que protagonizan los encontronazos en el partido: la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky; el coordinador de los senadores, Ricardo Monreal; el de los diputados, Mario Delgado, y el senador Martí Batres.
“Lo único que es complicado, porque tiene que ver con la condición humana, con las ambiciones legítimas que existen, y que puede permitir que un partido se mantenga en el tiempo son los ideales”, sostuvo el Titular del Ejecutivo.
Garantizó que no se meterá en los asuntos internos de Morena, lo cual desencadenó gritos contra Polevnsky Gurwitz. Adelantó que ya no aspira a otro cargo público.
Y cuando el Presidente mencionó que se reunió con todos los delegados federales para pedirles que no deben incurrir en corrupción ni meterse en cuestiones electorales, que los programas son para todo el pueblo, los legisladores le cuestionaron a gritos: “¡Hay sectarismo! ¡No nos dejan participar!”
Ante esto, advertió que si algún funcionario de los administración federal mete las manos en las elecciones, tendría que salir de su cargo y hasta habría denuncias penales en su contra.
También les sugirió que hagan una elección para definir al próximo líder nacional de Morena, lo cual fue aceptado, además de pedir que aceleren pendientes legislativos como la revocación de mandato y en el caso de la presidencia sea el 21 de marzo de 2021; así como el castigo a las facturas falsas e instaurar el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.
En este contexto, López Obrador aseguró que su administración ha podido avanzar en economía, impunidad, bienestar, política exterior y el campo, pero aceptó que en materia de seguridad “tenemos problemas, porque dejaron crecer mucho el problema”.
Además, aceptó que le hacen falta elementos para la Guardia Nacional, porque en la anterior administración estaban desmantelando todo y dijo que en los hechos había 10 mil elementos para cubrir a todo el país y hay municipios donde no hay policías.
Delgado Carrillo reconoció que su partido no puede darse el lujo de perder a su principal activo, que es el presidente López Obrador.
“El lópezobradorismo es más grande que los simpatizantes y militantes de Morena, por eso el partido no puede perderlo”, estimó.
En tanto, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pidió unidad a los legisladores de Morena porque en ninguna parte del mundo un partido dividido puede ser opción de gobierno.
“Se requiere un clima de unidad y de equilibrios internos para fortalecer la democracia participativa y eso lo han logrado los diputados”, afirmó el funcionario.
“El gobierno está bien y de buenas”. Por la mañana, en su conferencia matutina en Palacio Nacional, el presidente López Obrador afirmó que a los tecnócratas y a los neoliberales les obsesionan las cifras y los datos, pero que su gobierno está bien y de buenas.
Ello luego de que el Banco de México (Banxico) volvió a ajustar a la baja su pronóstico de crecimiento económico para este año y ahora espera que el PIB crezca en un rango que va de 0.2% a 0.7%.
***Con información de Suzzete Alcántara, Horacio Jiménez y Carina García