Quien fuera uno de los líderes del cartel de Tijuana, Eduardo Arellano Félix, fue entregado este lunes por Estados Unidos a las autoridades mexicanas.
También conocido como el Doctor, Arellano Félix fue recibido en el puente internacional de Brownsville-Matamoros por miembros de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Defensa Nacional de México, informó el primero de los organismos.
El narcotraficante de 64 años fue liberado la pasada semana de una cárcel federal de Pensilvania, donde cumplía una condena de 15 años por cargos de lavado de dinero y conspiración para el uso de ganancias ilícitas en EE.UU.
Tras ser detenido en 2008 en Tijuana, México, fue extraditado cuatro años después al país vecino para responder por siete cargos de los que se le acusaba y por lo que EE.UU. llegó a ofrecer hasta US$5 millones como recompensa por su captura.
Sin embargo, gracias a su amplia cooperación con las autoridades de ese país -que comenzó cuando se declaró culpable en 2013-, el Doctor solo fue condenado a dos de los siete cargos y finalmente pudo salir de la cárcel sin completar su sentencia de prisión.
Desde que se anunció que iba a ser liberado en EE.UU., se desconocía si México contaba con argumentos legales para detener a Arellano Félix.
Este martes, sin embargo, la FGR confirmó que fue puesto a disposición de las autoridades mexicanas para cumplir la orden de aprehensión dictada por un juez federal "por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada, contra la salud y asociación delictuosa".
"La Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, que gestionó y obtuvo la orden de aprehensión correspondiente, cumplimentó la misma y procederá a ponerlo a disposición del juez en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1 "El Altiplano", en el Estado de México", informó la FGR sin ofrecer más detalle.
https://twitter.com/FGRMexico/status/1429966728327536652
Incertidumbre
Tras conocerse la noticia de su inminente salida de prisión el pasado 18 de agosto, fue mucha la incertidumbre sobre cuál sería el futuro del exlíder del cartel de Tijuana.
Solo un día antes de su liberación, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo que Arellano Félix no sería deportado a México de manera inmediata tras conocerse que había cambiado su "estatus".
Ebrard aseguró que EE.UU. "no tiene obligación" de explicar el porqué de un cambio de estatus de un detenido.
"Presumimos que es por el cambio de calidad del interesado; es decir, en otros casos lo han hecho cuando ya son testigos protegidos, puede ser que esa sea la razón", explicó entonces.
Preguntado sobre si existían argumentos en México para detenerlo en caso de que finalmente fuera liberado, el canciller mexicano se limitó a decir que "dependería de la Fiscalía General de la República".
Finalmente, tras salir de la cárcel, Arellano Félix fue puesto bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en espera de su deportación.
Monopolio de droga
El cártel de los hermanos Arellano Félix monopolizó las rutas de tráfico de drogas durante más de 20 años a través de Tijuana, en el noroeste de México, compitiendo con otros como el cartel de Sinaloa.
Sin embargo, la detención de Eduardo en 2008 fue uno de los mayores golpes para una organización que ya había sufrido la caída de otros de sus líderes en la familia.
Otro de los hermanos, Benjamín Arellano Félix, fue detenido en 2002 y sentenciado a 25 años de prisión en EE.UU. en 2012. También en 2002, Ramón Arellano Félix fue asesinado en pleno carnaval de Mazatlán, Sinaloa.
Por su parte, Francisco Javier Arellano Félix cumple condena a cadena perpetua tras su captura en 2006 por la Guardia Costera estadounidense.
El mayor de los hermanos, Francisco Rafael Arellano Félix, también cumplió condena en EE.UU. En 2013, fue asesinado por un hombre disfrazado de payaso durante una fiesta infantil.
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