Familiares de víctimas cumplieron dos días de haber tomado las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el Centro Histórico, con el fin de exigir justicia por el abuso sexual que sufrió una menor de edad en su escuela y por el asesinato de un joven de 19 años en San Luis Potosí.

Marcela Alemán, madre de una niña que habría sido abusada sexualmente en el Instituto Luis Gonzalo Urbina, y Silvia Castillo, mamá de un joven supuestamente asesinado en 2019, llegaron a la CNDH el martes para reunirse con la ombudsperson Rosario Piedra Ibarra a las 15:00 horas; sin embargo, al finalizar el encuentro decidieron permanecer en el edificio ubicado en la calle República de Cuba 60.

Luego de pernoctar en el inmueble, ayer por la mañana Marcela Alemán y Silvia Castillo salieron a un balcón para ondear una Bandera de México al mismo tiempo que exigieron a las autoridades castigar a los responsables por el crimen de sus hijos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Silvia recuerda que el 23 de marzo del año pasado su hijo Alan Castillo se fue a una fiesta con su vecino y desde ese momento desapareció. Según las propias investigaciones que la madre de la víctima realizó, el joven habría sido golpeado e incinerado.

“Lo que hasta ahora hemos conseguido es que nos revictimicen al decirnos que regresemos a San Luis Potosí”, dijo.

Con el objetivo de que se liberaran las oficinas de la CNDH, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, entabló un diálogo con familiares de las inconformes, pero hasta ayer no había algún acuerdo.

“Quiero que se actúe conforme a derecho; no quiero dinero, quiero justicia, es lo que quiero”, expresó en entrevista Marcela Alemán, madre de una menor que con sólo cuatro años habría sido agredida sexualmente en su colegio.

Marcela relató que en marzo de 2017 se percató de que su hija había sufrido agresiones porque un día volvió de la escuela con excremento en los calzoncillos, una situación que no era normal para ella.

Lya le explicó: “Las maestras malas me pegan”, y señaló su vagina y su ano para referirse a sus zonas afectadas.

“Todo el gobierno del estado de San Luis fue omiso, pisoteó los derechos de mi hija”, expuso Marcela.

Ante esta situación, la CNDH señaló que las peticiones de las manifestantes no son de su competencia, sino de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, pero agregó que se mantendrá al tanto de lo que pase.

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