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Detenciones peligrosas, maltratos, retención de objetos personales y documentos y negativas para prestar atención médica y ofrecer alimentos, son algunos de los abusos cometidos por los más de 60 mil elementos que de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), contra migrantes que intentan cruzar la frontera.
“Nos enteramos de agentes y funcionarios que hacen un uso indebido de la fuerza letal, realizan peligrosas persecuciones en vehículos, infligen sufrimiento a los inmigrantes detenidos, que separan a las familias, que exponen a personas vulnerables al peligro, que confiscan dinero en efectivo, documentos de identidad y otras pertenencias.
“Sabemos que hacen perfiles raciales y que utilizan un lenguaje abusivo, entre muchas otras cosas”, dice en su más reciente reporte WOLA, organización que promueve los derechos humanos en las Américas.
Durante el primer trimestre de este 2022, elementos de la CBP detuvieron en la frontera norte a 542 mil 9 migrantes, de los cuales, 219 mil 413 son mexicanos. En marzo pasado, las aprehensiones de ilegales se incrementaron 33.4%, con respecto a febrero de este año, señalan cifras de la CBP
El 19 de febrero pasado, personal de la Patrulla Fronteriza mató a tiros a un migrante mexicano en un incidente ocurrido en la noche en un sendero del desierto, a unas 30 millas al noreste de Douglas, Arizona.
En una declaración del 23 de febrero pasado, la CBP confirmó que mientras dos agentes de la Patrulla Fronteriza interceptaban a un grupo de migrantes, un agente siguió a uno de ellos “que intentó escapar y mientras lo detenían, disparó su arma de fuego hiriendo fatalmente al migrante, identificado como Carmelo Cruz Marcos, de 32 años, originario de Puebla”.
A finales del mes pasado, la Patrulla Fronteriza (BPA, por sus siglas en inglés) expulsó a una joven guatemalteca a Nogales, México, a pesar de que había sido violada repetidamente por los guías que la llevaron al otro lado de la frontera con Estados Unidos.
Un agente de la Patrulla Fronteriza insinuó que la mujer estaba mintiendo sobre el ataque y trató de convencerla de que no se sometiera a un examen forense que verificaría el abuso.
Cuando mostró los documentos del examen del hospital a un agente de esa corporación como prueba del ataque y le pidió que no la enviara de regreso a México, el agente confiscó los documentos y no se los devolvió.
El 17 de junio de 2021, un agente de la BPA observó a dos presuntos migrantes subiendo a un vehículo a lo largo de la ruta 85 del estado de Arizona. Aproximadamente 20 millas al norte de donde los presuntos inmigrantes ingresaron al vehículo, otro elemento de la BPA, que esperaba en esa ruta, activó sus luces y sirenas de emergencia e intentó detener al vehículo.
El automóvil no se detuvo y continuó durante aproximadamente una milla, donde otro BPA desplegó un dispositivo de inmovilización de vehículos (VID) en la carretera. El conductor del auto sospechoso de contrabando intentó evitar atropellar el VID y posteriormente perdió el control y se estrelló.
Uno de los dos migrantes indocumentados en el vehículo, un ciudadano mexicano, se encontraba en estado crítico y fue transportado al Centro Médico Abrazo West, donde finalmente murió.
WOLA señala que “muchos de los abusos denunciados ni siquiera son investigados y los que sí, resultan en procesos lentos y tímidos. Este actuar rara vez es castigado, lo que probablemente contribuye a patrones de comportamiento problemáticos”.