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Divide y vencerás, adagio ancestral aplicable, comúnmente, en la guerra y en la política. Con aplicación histórica y formal desde el Imperio Romano, ha encontrado en los medios sociodigitales y en la búsqueda inminente de satisfacción de la sociedad actual, el crisol perfecto para atomizar el poder, convirtiendo a quien la domine no en el líder de las mayorías, sino en la ilusión de la minoría más vociferante.
En una sociedad divida nadie gana, todos perdemos. Esta es la premisa que no alcanza a ser comprendida en esta época en donde los ciudadanos tienen el poder en sus manos, por grande o pequeña que sea su participación en la elaboración o difusión de los contenidos de los medios sociales digitales, todos vamos siendo corresponsables de los ánimos que se generan en la arena digital.
La natural polarización que provocan los procesos electorales, en los que los candidatos y partidos políticos luchan por contrastarse con sus oponentes para resaltar sus cualidades y las carencias de sus oponentes, no ha logrado asumir su periodo de caducidad. Se fueron las campañas y se quedaron los modos entre nosotros.
Dos hechos marcaron la agenda pública la última semana: uno relacionado a la seguridad pública y el otro al derecho humano inalienable de la libertad de expresión. Las reacciones a ambas asignaturas fueron por demás virulentas, insensibles, ácidas, violentas, que dividen y separan.
En la sesión del jueves 8 de noviembre, una llamada telefónica de los cientos que reciben los diputados federales en San Lázaro, cambió para siempre la vida de una legisladora, y nos mostró a los mexicanos el perfil más nítido de aquello que la filósofa Hannah Arendt llamó la banalidad del mal. A la diputada Carmen Medel le informaron que su hija había sido asesinada a balazos mientras estaba haciendo ejercicio en un gimnasio en Ciudad Mendoza, Veracruz. Lógico que el dolor innombrable de un padre de perder a su hijo la hizo estallar en llanto y lanzar algunos gritos desgarradores. De inmediato la gente que la rodeaba la trató de cobijar, pero otros, muchos otros, sacaron sus teléfonos móviles y comenzaron a grabar la escena, para compartirlas públicamente.
La usuaria de Twitter @Karina750901 escribió: “La señora Carmen Medel recibe en plena sesión la noticia de la muerte de su hija y cae en una crisis nerviosa. Sus compañeros grabándola con sus celulares sin respetar la pena que la embarga es lo más mezquino, bajo, miserable, asqueroso que verán hoy.”
Otro usuario, @isaacleo, recordó que este momento vivido rebasó los límites de la ficción: “¿Recuerdan aquel episodio de Black Mirror donde todos grababan mientras alguien corría por su vida? Pues el lamentable asesinato de la hija de la Dip. Carmen Medel, me da asco ver como los periodistas grababan su sufrimiento a pesar de que les pidieron guardar respeto.”
El manejo mediático de @YoConYunes, con una rueda de prensa a las pocas horas, y asignación de responsabilidades en un periodo muy corto, también fue muy criticado, es difícil convencer a la opinión digital, si prevalece la cautela, se critica la inacción, si se resuelve de inmediato, se están fabricando hechos.
El otro episodio fue la marcha del 11-11-11 que buscaba protestar por lo que consideran falta de respeto al Estado de Derecho, al dejar a la suerte de consultas ciudadanas sin rigor metodológico, los actos que deben ser responsabilidad del próximo gobierno. Esta convocatoria fue bautizada por los defensores del próximo régimen como #MarchaFifí.
El calificativo fifí se opone al de chairo. Dividiendo así al país en dos bandos. Los chairos, son los que defienden a ultranza al presidente electo Andrés Manuel López Obrador y los fifís, son quienes lo critican.
Uno de los organizadores de la manifestación realizada en la Ciudad de México intentó suavizar la situación, haciendo énfasis en la espiral de separación en la que parece nos estamos involucrando.
Escribió en un principio: “No a una sociedad dividida entre chairos y fifís! Todos somos mexicanos y nadie debe desunirnos. La polarización sólo conduce al odio y no nos vamos a dejar. Actuemos!” Pero en el mismo mensaje añade: “ÚNETE a nuestro movimiento y evitemos q unos pocos nos lleven al desastre….”
@LopezObrador_ prometió gobernar para todos, los suyos lo ignoran o desacatan. Ante la necesidad inminente de tener un enemigo único, un antagonista del Pueblo Bueno, un adversario de la Cuarta Transformación, su comunicación parece buscarlo en sus críticos, en aquellos con pensamiento diverso, en quienes en su oportunidad lo han enfrentado, incumpliendo así su más grande y, a mi criterio, más importante promesa de campaña: la reconciliación nacional.