En 2018 se reportaron 388 pacientes con lepra, de los cuales 102 fueron nuevos y el resto ya tenía tratamiento médico.
La disminución de esta enfermedad ubica a nuestro país entre las naciones que han alcanzado el objetivo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual marca un caso por cada 10 mil habitantes para desestimarlo como un problema de salud pública. En el marco del Día Mundial contra la Lepra, Claudia Ileana Sáenz Corral, adscrita al Servicio de Dermatología del Hospital General Manuel Gea González, comentó que si bien este padecimiento no es frecuente entre la población, no se debe bajar la guardia en su diagnóstico.
“Por ser tan baja su prevalencia se piensa que ya no existe; sin embargo, en México se tienen zonas endémicas, por ello los especialistas deben tener presentes los síntomas de la enfermedad”, dijo.
Detalló que algunos de los estados donde todavía se registran casos de lepra son Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Nuevo León y Coahuila.
Características del padecimiento
La lepra, agregó la especialista, es una enfermedad infectocontagiosa ocasionada por el bacilo Mycobacterium leprae y puede afectar a cualquier persona, pero es más común en los varones jóvenes. Además es crónica y el periodo de incubación puede variar de uno hasta 20 años.
La enfermedad se clasifica en dos tipos polares: lepra lepromatosa y lepra tuberculoide, así como dos grupos de casos (indeterminados y dimorfos). Tiende a afectar ojos, piel y nervios periféricos.
Cada tipo tiene manifestaciones clínicas distintas. En la lepra tuberculoide se puede observar una o pocas manchas blancas, sin sensibilidad. En la lepromatosa las lesiones tienen forma de nódulos o bolas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. También puede ser difusa, en la que se observa la cara lisa y brillante y facies suculenta, debido a la infiltración de la piel por el bacilo.
Las personas que sufren de este último tipo presentan alopecia de cejas y pestañas, además de un cambio en la esclerótica, que es la parte blanca del ojo, la cual toma una tonalidad azulada. Además, si no son atendidas de manera oportuna, pueden presentar deformidades en nariz y extremidades.
La experta mencionó que la OMS ha puesto en marcha diversas campañas orientadas a combatir y erradicar esta enfermedad.
La estrategia de este organismo consiste en reforzar las acciones en las áreas que son endémicas a nivel mundial, como el continente africano y algunas naciones como India, Argentina, México, Paraguay, Brasil y Estados Unidos.
Sáenz Corral destacó que la lepra es curable, pero que lo importante es detectarla antes de que se presenten secuelas y complicaciones. El tratamiento dura entre seis y 12 meses, según el tipo de lepra. Y se basa en el uso de poliquimioterapia con dapsona, rifampicina y clofazimina, fármacos que se brindan de manera gratuita.
“Una vez que concluye el tratamiento, se considera a la persona curada; sin embargo, se mantiene una vigilancia a los demás miembros de la familia, a fin de identificar cualquier síntoma de alerta que indique un contagio de la enfermedad”, detalló.