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Señor Director:
He leído con toda atención la columna Política Zoom escrita por el maestro Ricardo Raphael de la Madrid el lunes 13 de noviembre en la página A11 del prestigioso medio que usted dignamente preside y sobre la cual me permito realizar los siguientes comentarios, solicitándole respetuosamente que, con base en lo señalado en el artículo 6º constitucional, sea publicado en la versión impresa de dicho medio:
1. Al realizar una breve descripción de parte de lo acontecido durante la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados del día 9 de noviembre pasado, Ricardo Raphael destaca el comportamiento de un grupo de legisladoras ante los insultos y difamaciones que profería un compañero diputado federal. Ante sus dichos, es cierto que le grité que quería llorar, pero no lo hice en un sentido despectivo ni discriminatorio y menos aún homofóbico como pretende interpretarlo el columnista, sino de evidencia de la falsedad y cinismo de los dichos que estaban siendo sostenidos en tribuna. No obstante, sirva este medio para expresar mis disculpas a quien pude haber ofendido con mis actos, de los cuales soy responsable.
2. Durante el desarrollo de la columna, expresiones como “estrecha relación” y “principal promotor” son utilizadas por Ricardo Raphael al describir mi responsabilidad como secretaria de Educación del gobierno de Quintana Roo, en lo que asumo como un intento por demeritar mi carrera política y de servicio público. De manera categórica rechazo las expresiones del columnista, quien cree que por ser mujer y haber colaborado en un gobierno democráticamente electo es razón suficiente para perseguirme y calumniarme, y de lo cual no tengo nada de qué avergonzarme, pues es mi trabajo y mi dedicación las que me han permitido desde hace 20 años desempeñar diversas responsabilidades en mi estado y no la “estrecha relación” ni un “promotor”.
3. Estoy de acuerdo en que los discursos de odio no son permisibles en ninguna tribuna ni espacio público y por ello no forman parte de mi actuar, sin embargo, no puedo decir lo mismo del columnista, quien concluye su texto con una clara invitación al linchamiento, a la violencia y a la intolerancia en contra de una compañera diputada y una servidora, por lo que hago responsable a Ricardo Raphael de la Madrid de cualquier atentado que pueda sufrir en mi persona, mi familia y mis bienes.
Atentamente
Sara Latife Ruiz Chávez
Diputada federal
Respuesta del columnista:
1. Es cierto que la diputada Sara Latife Ruiz Chávez coreó la voz “quiere llorar,” mientras sus compañeras repetían la expresión “eeeeh puto”. Reitero mi posición: ambos, por separado y en conjunto, son exabruptos discriminatorios, homófobos y sexistas.
2. Es cierto que la diputada participó en el gabinete del ex gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge. Por esa razón califiqué su relación con ese señor como estrecha “políticamente”. El uso del adjetivo despeja dudas sobre la genuina intención del comentario.
3. Es cierto que el gobernador Roberto Borge propuso a la dirigencia de su partido el nombre de la diputada para que corriera como candidata en las elecciones federales del 2015. Por eso utilicé el término “promotor,” a propósito del impulso que ella recibió del mencionado político quintanarroense.
4. Opinar que, por una conducta abiertamente discriminatoria, la diputada Ruiz Chávez desmerece pertenecer a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja no es una invitación al linchamiento. Como tampoco lo es exigirle al PRI que se deslinde de los exabruptos que ella cometió. Aunque le pese, en nuestro régimen político la libertad de prensa es todavía parte de la normalidad democrática y constitucional.
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