En uno de sus últimos actos públicos en México y con su singular sombrero texano, sonriente y rodeado de funcionarios mexicanos y estadounidenses, empresarios, empleados e influencers, el embajador Ken Salazar develó la placa conmemorativa de la nueva sede diplomática de Estados Unidos en nuestro país.

Al embajador saliente se le vio contento y de buen ánimo. Lanzó: “Hoy estamos celebrando la grandeza de la relación de Estados Unidos y México”, acompañado de bocadillos de salmón, café gourmet y una ceremonia amenizada por el ballet de Amalia Hernández y el dueto Jesse y Joy.

“Es muy buena la relación entre Estados Unidos y México para siempre”, expresó Salazar, ante los aplausos de los asistentes.

Lee también:

Pese a las fracturas con la antigua administración de Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de Claudia Sheinbaum sí envió un representante, al jefe de Oficina de la Presidencia, Lázaro Cárdenas Batel, para conocer el imponente edificio de la colonia Irrigación de la alcaldía Miguel Hidalgo, muy cerca de Polanco, en el predio que algún día ocupara Colgate de México.

En su discurso, Salazar reiteró que es prioridad que México y EU sigan trabajando como socios en distintos temas. Tampoco dejó pasar la oportunidad de hablar de seguridad, como lo hizo en sus últimas conferencias de prensa.

“Trabajar como socios para derrotar el fentanilo y a los generadores de violencia, tanto en México como en Estados Unidos. Trabajar como socios, reconociendo la realidad de que las armas que se fabrican en Estados Unidos matan a muchos acá en México (...) Se tiene que levantar también el entendimiento de Estados Unidos hacia México y de México hacia Estados Unidos.

“La realidad, la relación muchas veces se ve nada más como una relación en crisis, una frontera descompuesta, una migración desordenada por décadas y décadas, una inseguridad profunda en muchos estados de México que también afecta a Estados Unidos”, declaró.

Lee también:

Sobre la designación que hizo el próximo presidente de EU, Donald Trump, de como su sucesor en México, Salazar reiteró que aunque vayan y vengan diplomáticos la relación es “para siempre” y le deseó éxito. Referente a un riesgo del acuerdo comercial T-MEC con la entrada de Trump a la Casa Blanca en enero próximo, Salazar apuntó que México y Estados Unidos dependen entre sí y confió en que se van a resolver las diferencias.

Después de la deportación a México de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, Salazar aseguró que la seguridad “ha sido prioridad” y aceptó que “hay mucho trabajo que hacer”.

“La seguridad ha sido una prioridad para nosotros. Hemos hecho un gran esfuerzo, pero la realidad es que se necesita hasta muchísimo más trabajo, eso estoy seguro de que va a pasar.

Lee también:

“El pueblo de México merece vivir sin miedo, el pueblo de Estados Unidos tiene también ese derecho. Entonces, yo tengo optimismo, tenemos una base buena y hay mucho trabajo que hacer, y lo vamos a hacer ojalá como socios”, insistió tras la ceremonia.

El diplomático también aprovechó su momento para lanzarle un dardo a Trump y para defender al mandatario estadounidense saliente, Joe Biden: “Hay otra visión, ustedes la conocen muy bien, es la visión de dividir, de hacer muros, de ver a una gente inferior a otra gente. Esa no es la visión de nosotros, la visión de nosotros es de ser socios, iguales y de una familia”.

Edificio

La nueva embajada, que está cerca de Polanco, consolidará más de 49 mil metros cuadrados de operaciones diplomáticas, reuniendo a más de mil 400 empleados que estaban distribuidos en varios sitios de la ciudad.

“Este personal contará con sistemas tecnológicos innovadores que les permitirán trabajar de manera eficiente”, aseguró Salazar.

El edificio está diseñado para optimizar el flujo de visitantes mediante un espacio consular ampliado que incluye 81 ventanillas consulares y cuenta con salas de espera y galería de arte.

Lee también:

Para mitigar el impacto del tráfico, el complejo cuenta con “entradas discretas” para diversas funciones. Al norte, una entrada está destinada a los numerosos visitantes consulares, mientras que otra da la bienvenida a los visitantes del Centro Benjamín Franklin.

El edificio, de siete pisos, incluye dos niveles subterráneos que equilibran su tamaño sin comprometer el espacio útil. Estos niveles aprovechan patios hundidos que brindan vistas hacia la naturaleza y abundante luz natural, se informó.

Incorpora rigurosas metas de sostenibilidad y ahorro de energía para reducir el impacto ambiental, optimizar el rendimiento del edificio y mejorar su resiliencia. También recolecta y almacena agua de lluvia.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses