Puebla.—La dinastía del PAN y su primer gobernador Rafael Moreno Valle llegaron a su fin. En el zócalo de esta ciudad un frío soplaba y media docena de hombres instalaban una manta para festejar el triunfo de Miguel Barbosa.
Al unísono los seguidores de Morena improvisaron un cántico que resumía toda la jornada electoral: “¡Adiós al PAN... Llegó Barbosa!”. “¡Es un honor, Barbosa gobernador!”, mientras ondeaban banderas del partido ganador.
Hoy no hubo rival a vencer ni operadores políticos que le hicieran frente al candidato del partido en el poder. Casi 10 puntos de ventaja le dan el triunfo a Barbosa Huerta sobre el panista Enrique Cárdenas. Hoy no hubo incidentes mayores en la contienda como sí los hubo en la primera derrota del morenista frente a Martha Erika Alonso.
Los comicios extraordinarias estuvieron marcados por la desidia ciudadana y cientos de personas, al menos en la capital y municipios metropolitanos, salieron a las calles, pero a pasear y divertirse y no a votar.
El zócalo de la ciudad y sus principales destinos turísticos, como el Barrio de los Sapos, El Parián y la Estrella de Puebla, lucieron repletos de personas con elotes, helados y dulces en las manos.
Sin los eternos némesis —el exmandatario Rafael Moreno Valle y su esposa Erika Alonso— en la contienda, las pasiones se desfondaron y las incidencias electorales fueron mínimas.
Los principales actores políticos y sociales manifestaron su preocupación por la baja participación ciudadana, que se estima fue de 32%; sin embargo, ahora sí los poblanos tendrán a su sexto gobernador en menos de cuatro años: primero fue Moreno Valle, le siguió José Antonio Gali, después Erika Alonso, quien fue relevada tras su muerte por Jesús Rodríguez Almeida, y como interino quedó Guillermo Pacheco.
Hoy el tsunami de 2018 llamado Andrés Manuel López Obrador se volvió a hacer presente.