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El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, criticó el modelo neoliberal que implementaron los gobiernos pasados (desde Miguel de la Madrid y hasta Enrique Peña Nieto), porque, en su opinión, dejó un crecimiento económico precario, dañó al sector energético y eléctrico, y generó mayor desigualdad y pobreza.
En el Desarrollo Estabilizador, etapa económica en la que se inspira López Obrador, la economía mexicana alcanzó tasas de crecimiento superiores a 6%, con baja inflación y sin desequilibrios macroeconómicos.
De acuerdo con expertos consultados por EL UNIVERSAL, es difícil que este periodo se repita, porque en su momento México fue empujado por otras economías industriales que basaron su auge en la reconstrucción, luego de haber participado en la Segunda Guerra Mundial, contexto que hoy no existe.
El 21 de abril de este año, el secretario ejecutivo de la OCDE, José Ángel Gurría, dijo a este medio que “[el Desarrollo Estabilizador] fue hace muchas décadas y lo que ahora se necesita es ver hacia la época digital y aprovechar la tecnología”.
López Obrador criticó que uno de los sectores más afectados fue el energético y que pese a la reforma estructural que se aprobó en 2014 no generó las inversiones esperadas.
Dijo que, pese a ser un país productor de petróleo, México es importador de gasolinas, uno de los motivos por los cuales su precio se ha elevado.
Los expertos consideran que será difícil revertir en el corto plazo la dependencia energética del exterior mientras las refinerías nacionales operen por debajo de su potencial. Hay complejos que ni siquiera producen un litro de gasolina Premium.
Los bajos niveles de inversión para el mantenimiento, reacondicionamiento y modernización de los complejos impiden producir el combustible nacional. México extrae mayoritariamente petróleo crudo pesado, mientras que las refinerías tienen capacidad para procesar el hidrocarburo de tipo ligero. Según cifras de Pemex, este año el país importó 77% de las gasolinas que se vendieron.