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A un día de la jornada de violencia que vivió Culiacán, Sinaloa, donde se registraron al menos ocho fallecidos, 16 heridos y un número indeterminado de vehículos y negocios destruidos, el gobierno federal ofreció hasta seis versiones sobre el intento fallido de captura de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, y la decisión de dejarlo ir de la acción de la justicia.


En un recuento realizado por EL UNIVERSAL, desde que se reportaron los hechos en redes sociales, hasta las conferencias del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Oaxaca, y de los secretarios de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, y de Marina, José Rafael Ojeda, en Sinaloa, se vertieron datos y detalles que no sostienen un recuento coherente de lo ocurrido y dejan dudas.

¿Cómo hallaron al hijo del capo? El primer dato oficial se dio en un video difundido el jueves por la noche —cinco horas después de los acontecimientos— el gabinete de seguridad, en voz de Durazo Montaño, informó que una patrulla integrada por 30 elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizaba un recorrido de rutina en un fraccionamiento de Culiacán, cuando fue agredida desde una vivienda, por lo que los agentes repelieron el ataque. Entonces los elementos controlaron la vivienda y localizaron en su interior a cuatro ocupantes, entre ellos, aseguró, al hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa.

Al día siguiente, se dio un segundo elemento: en conferencia matutina desde Oaxaca, López Obrador contradijo a su secretario al asegurar que se trató de un operativo que llevaron a cabo elementos del Ejército para cumplir una orden de aprehensión provisional, con fines de extradición de Ovidio Guzmán López, emitida por un juez federal.

Un tercer dato fue cuando se le preguntó al Mandatario si la orden de extradición era para enviarlo a Estados Unidos; evadió responder.

El cuarto matiz de los hechos se dio una hora después. En conferencia de prensa del gabinete de seguridad, el titular de la Sedena afirmó que personal de la Policía Ministerial, en un afán de obtener “resultados positivos”, actuó de manera precipitada con “deficiente planeación” en un despliegue que no contaba con una orden de cateo en ese momento, por lo que calificó esta acción como un “operativo fallido”.

Ahí también el secretario Durazo Montaño reveló que existía una “orden” de extradición por parte de Estados Unidos al hijo de El Chapo desde septiembre del año pasado.

¿Estuvo detenido? Aun cuando el mismo jueves hubo versiones de que elementos detuvieron a Ovidio Guzmán, la tarde de ayer, sin que nadie desmintiera este dato, Durazo Montaño señaló: “Propiamente nunca estuvo formalmente detenido”.

No obstante, fuentes oficiales difundieron fotografías frontales del hijo del capo, aparentemente detenido, imágenes que no han sido desmentidas.

Horas de silencio. Eran las 15:30 horas, del centro de México, del pasado jueves y usuarios en redes sociales dieron a conocer videos y fotografías que mostraban a hombres armados disparando en las calles de Culiacán, Sinaloa.

Dos horas más tarde, el gobierno estatal sólo emitió un comunicado en el que hacía un llamado a mantener la calma, a no salir y a estar pendientes de avisos oficiales.

Más de tres horas después, a las 18:20 horas, cuando el Presidente abordaba un vuelo a Oaxaca fue interrogado. No quiso comentar nada sobre el caso y aseguró que al día siguiente el gabinete de seguridad informaría. “Vamos a esperar”, pidió.

Pasaron otras dos horas para que el titular de la Secretaría de Seguridad informara detalles del evento a través de un video.

Una hora después, una agencia de noticias internacionales difundió que el funcionario había informado que el hijo de El Chapo había sido puesto en libertad.

A partir de ese momento hubo que esperar hasta ayer por la mañana, cuando el Presidente y el gabinete de seguridad dieron por separado su respectiva versión de los hechos.

¿Existe una estrategia? El Jefe del Ejecutivo federal ha asegurado que su estrategia de combate a la violencia no se basa en detenciones de grandes capos, puesto que su función principal es garantizar la seguridad pública y no repetir, señaló, despliegues pasados.

Sin embargo, ayer el titular del Ejército presumió que en lo que va de la actual administración se han realizado 14 aseguramientos de “miembros relevantes” de la delincuencia y 26 colaboradores en diferentes partes del país.

Las dudas. Pese al video y las dos conferencias matutinas, el gobierno federal aún no ha aclarado la forma en que Ovidio Guzmán se retiró del fraccionamiento donde se dice fue localizado, si se negoció con otros líderes del cártel para la liberación y detener los choques.


Tampoco hubo claridad de lo ocurrido en una unidad habitacional militar, en la que versiones no oficiales aseguraron que fueron retenidos familiares del personal castrense. El titular de la Sedena habló de la retención de un elemento de seguridad civil, así como de un militar que se encontraba de descanso.

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