En lo que va del año fiscal 2024 de Estados Unidos, que comenzó el 1 de octubre pasado y se extiende hasta el 30 de septiembre próximo, el número de familias mexicanas arrestadas al intentar cruzar ilegalmente suman 201 mil 945, 28.1% más que en todo 2023, cuando alcanzaron 157 mil 603, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el reporte de la agencia estadounidense, en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, 2024 será el año en el que mayor número de familias serán aprehendidas por agentes migratorios.
Los datos del CPB destacan que el comportamiento de los arrestos de familias de connacionales que intentan huir del país fue de 6 mil 4 en 2019; 9 mil 917 en 2020; 29 mil 311 en 2021; 39 mil 746 en 2022; 157 mil 603 en 2023, y en el transcurso del año fiscal 2024 la cifra se disparó a 201 mil 945, lo que representa un incremento de 3,263.5% con respecto a 2019, primer año del gobierno de López Obrador.
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David Saucedo, especialista en temas de seguridad, expone que la escalada de violencia e inseguridad alimentada por la actividad de los cárteles en una gran parte del territorio nacional ha llevado a familias completas a abandonar sus hogares en busca de seguridad y estabilidad. Los desplazados del narco, dice.
“Las terribles circunstancias en algunas regiones han empujado a las familias a tomar la difícil decisión de cruzar la frontera en busca de una mayor seguridad”, destaca.
Precisa que estas migraciones se dan en entidades de alta violencia homicida, como Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Zacatecas, Sonora, Colima, Guerrero y Chiapas.
El especialista expresa que el perfil de esas familias mexicanas que intentan ingresar ilegalmente a suelo estadounidense son principalmente de baja condición socioeconómica.
“Quienes migran son de ingresos bajos. Son segmentos de la población que enfrentan muchas carencias, que encima de su situación socioeconómica compleja, de falta de oportunidades educativas, laborales, de acceso a la justicia y encima de todo eso tienen que padecer las presiones de grupos criminales. Esta es una de las facetas más atroces de la guerra entre cárteles en México”, refiere.
David Saucedo comenta a EL UNIVERSAL que en algunas colonias urbanas de alta marginación de Guadalajara, Jalisco, por ejemplo, las familias están migrando y dejando vacías incluso colonias completas.
“Son los desplazados del narco. Comerciantes o profesionistas a los que les cobran derecho de piso salen huyendo hacia Estados Unidos o hacia otro estado del país porque no están dispuestos a pagar o no tienen los recursos necesarios para pagar la cuota que les exigen bandas criminales”, comenta.
Destaca que el alza en la cifra de familias mexicanas huyendo de la violencia que enfrenta una gran parte del territorio nacional seguirá siendo una constante durante los próximos meses por el incremento de la violencia en el país.
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El excomisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, califica el desplazamiento de familias de sus lugares de origen como una “tragedia”, y agrega que siempre ha habido movilidad de personas en grupo familiar, pero nunca a esta escala.
“Los datos del CBP lo que están retratando son dinámicas de desplazamiento interno muy graves en los estados del país. Lo que se requiere en este momento es recuperar el Estado de derecho en las regiones con gran violencia e inseguridad y recuperar a las instituciones del control de las organizaciones criminales”, precisa.
“Este desplazamiento interno es una especie de sismógrafo, mide la gravedad de una crisis social en las regiones, especialmente de estados como Guerrero, Veracruz, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán, donde las personas son obligadas a salir no porque no tuvieran un ingreso, no porque no tuvieran una economía, no porque no tuvieran una familia, no porque no tuvieran una comunidad, sino por factores especialmente de violencia.
“En muchas regiones de Chiapas, de Guerrero y de Michoacán quienes dominan son estas organizaciones criminales. La estrategia de abrazos, no balazos es una irresponsabilidad. Lo que ha generado es que las organizaciones criminales ganen espacio, ganen poder y control de territorios. Y entre las consecuencias más graves es lo que estamos viendo de desplazamientos de hasta comunidades enteras”, añade Guillén López.
La coordinadora de Agenda Migrante, Eunice Rendón, comenta que a esa ONG le ha tocado atender a muchas familias en la frontera de Michoacán, de Zacatecas y de Guerrero a las que les mandaron algún órgano de su familiar, por lo que tienen que huir de su lugar de origen.
“Les mandaron algo y entonces huyen todos. Esa migración de unidades familiares está relacionada muchas veces con la violencia que se vive en gran parte del territorio mexicano”, detalla.
Expresa que tanto López Obrador como la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, han insistido en frenar la migración mexicana atendiendo las causas, pero a juicio de Rendón, no han entendido que las causas para abandonar el país no sólo son económicas.
“Tiene que haber un modelo que les brinde seguridad en sus comunidades, que vuelva el Estado de derecho a las regiones del país, porque yo creo que es eso, la falta de este derecho y la inseguridad es lo que hace que connacionales migren. Hace falta tener buenos programas sociales, acompañados también de oportunidades, pero también de no tener el riesgo a morir o que te manden a un pedazo de un pariente a tu casa”, concluye.