La Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrenta probables sanciones por la violación a marcos legales sobre almacenamiento de desechos radiactivos de la Central Nuclear de Laguna Verde (CNLV), como demuestra un conjunto de documentos obtenidos por EL UNIVERSAL.
El incumplimiento abarca el Plan de Gestión de Desechos Radiactivos y Combustible Nuclear 2017-2023 de la planta, la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, el Reglamento General de Seguridad Radiológica, los requerimientos de la licencia de operación y el Plan de Garantía de la Calidad.
Un reporte de áreas pendientes de solución de mayo último en la planta de Laguna Verde, obtenido por acceso a la información pública, confirma ese resguardo e indica que la basura proviene de la 19ª recarga de uranio de la U1.
Otra acumulación ocurre en el nivel 25 del edificio de purificación de materiales de la unidad 2. En ambos casos se trata de sitios no autorizados para almacenamiento y denota incumplimiento de los compromisos de la planta y violación a los requisitos de funcionamiento.
El citado reporte de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), órgano de la Secretaría de Energía (Sener), indica que en el nivel 25 del edificio de purificación encontraron bolsas con residuos para separar, situación repetida en el nivel 18 , además, en un cuarto del nivel 25 del edificio de desechos hallaron bidones resguardados sin autorización.
Esa situación se repite en otras áreas de la planta. En el Centro de Acopio de Aceites Contaminados del edificio de turbina de la U1 descubrieron 29 bidones con aceite y agua, de los cuales dos carecen de tapa.
A un costado de las bombas de drenes de piso, que trasladan el agua de unos colectores al sistema de tratamiento, hay un área de acopio de bidones y cubetas con aceite y agua. En el corredor que comunica los edificios de turbina y desechos hay un centro de recolección de bidones con aceite y agua y en el estacionamiento de camiones del nivel 10 del edificio de turbina hallaron bidones con lodos contaminados.
En el nivel 18 del edificio del reactor de la U2 encontraron bolsas, cajas y otros materiales.
La CFE argumenta que son desechos en tránsito, en proceso de segregación para separar la basura contaminada de aquella que no lo está.
“El manejo de los residuos es inaceptable y alarmante por la baja calidad en la que mantienen el resguardo temporal de los bidones, es un pasivo ambiental, y tampoco es rentable para la CFE esa acumulación”, señala una fuente de la central, bajo anonimato por cuestiones de seguridad.
Reincidente
Con respecto a esa recolección y almacenamiento, la evaluación EIS-LVI-15/2020, consultada por EL UNIVERSAL, identificó dos incumplimientos a la NOM-035- NUCL-2013 sobre clasificación y segregación de desechos radiactivos, al Plan de Garantía de la Calidad y a procedimientos internos, en una violación de más de un año de duración.
Mientras que la evaluación LVI-17/2020 halló una contravención a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, el Reglamento General de Seguridad Radiológica, la condición 10 de la licencia original de operación y al Plan de Garantía de la Calidad.
CFE argumentó la falta de un contrato para la disposición final de esos residuos, no aceptado por la CNSNS, y se comprometió a retirar el material, lo cual no ha sucedido. Por ello, el regulador nuclear recomendó el inicio de un procedimiento administrativo de sanción, que podría derivar en una multa económica.
Además, la evaluación EIS-LVI-22/2016 encontró cuatro infracciones a la NOM-019-NUCL-1995 sobre requerimientos para bultos de desechos de nivel bajo de radiactividad para su almacenamiento definitivo cerca de la superficie, al Plan de Garantía de la Calidad y procedimientos internos, debido a la presencia de cinco bidones con oxidación en el almacén temporal de sitio, una de las cinco bodegas de residuos nucleares de la planta.
“La cantidad de daño observada es indicativa de que se ha presentado desde hace tiempo un proceso de corrosión del metal, sin que este haya sido reportado/detectado”, desde al menos 2016, cita el documento.
El regulador nuclear mencionó la falta de un mapa seccionado de la ubicación y frecuencia de inspección de los desechos almacenados en los diferentes depósitos, lo cual requiere “tiempo y [medición de] dosis”.
En los recintos habría al menos 98 bidones defectuosos.
En concreto, la evaluación EIS-LV2-01/2020 alude a una inobservancia a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, al Reglamento General de Seguridad Radiológica, a la condición 10 de la licencia original de operación y al Plan de Garantía de la Calidad, pues halló 11 sitios con residuos en la U1 y 10 en la U2 desde al menos 2019.
La condición 22 de la renovación de la licencia de operación, emitida por Sener en julio de 2020, estipula que la CFE debe garantizar “una gestión segura” de los residuos.
La central, que posee cuatro depósitos para basura radiactiva, una alberca y un depósito al aire libre para las barras de uranio gastado, genera desechos radiactivos líquidos, gaseosos y sólidos, estos últimos que por ley deben permanecer en las instalaciones de la planta de Laguna Verde, pero se enfrenta a la saturación de los primeros si no logra la liberación de espacio, la reducción de basura y su manejo eficiente.
El estudio de 2004 Proyección al 2035 de los desechos radiactivos de nivel bajo e intermedio en México, elaborado por la CFE y el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) —organismo descentralizado de la Sener—, estima que sin innovación tecnológica en Laguna Verde, la generación de residuos nucleares aumentaría 35% en 2035 y 44% para 2055.
A consulta de EL UNIVERSAL, Luis Bravo, coordinador de Comunicación de la CFE, dijo que los residuos están almacenados “en lugares autorizados”, a pesar de la evidencia contraria.
Incluso, cuestionó por qué el periodista investiga aspectos de la operación de la planta de Laguna Verde: “¿Por qué la insistencia en alarmar a la población de que corre un riesgo cuando no lo hay? ¿Tiene algún interés en ello?”. La Sener y la CNSNS no respondieron a la consulta de este diario previa a la publicación de este trabajo.
Desde octubre de 2018, la planta carece de contrato de quema de basura. En abril de 2020, la CFE canceló la licitación CFE- 0001-CASAT-0002-2020 Servicio de incineración de materiales radiológicamente contaminados de tipo compactable y residuos mixtos de la CNLV, por daño potencial a la Gerencia de Centrales Nucleares, pero en el expediente no figura el dictamen sobre esos perjuicios posibles. En junio, la comisión organizó el concurso para el Servicio de incineración de materiales sólidos secos de tipo compactable, radiológicamente contaminados de la CNLV, declarado desierto en agosto por rechazar las ofertas técnicas.
En los presupuestos aprobados entre 2017 y 2020 apareció la partida Ampliar la capacidad de almacenamiento de desechos sólidos en la planta, dotada de entre 231 millones y 261 millones de pesos, y que desapareció en el presupuesto de este año, sin evidencia de su ejecución.
La CNLV reincide en la disposición irregular de residuos de septiembre de 2013, y que desembocó en una multa por 768 mil 40 pesos en 2015.
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