El 1 de octubre, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, recibirá el bastón de mando de mujeres indígenas que representan a los 68 pueblos originarios de México en la Plaza de la Constitución.

La próxima Mandataria seguirá los pasos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien recibió el bastón de mando el 1 de diciembre del 2018 en el Zócalo de la Ciudad de México de personas que integran los pueblos indígenas, que lo cobijaron con un ritual y música tradicional.

Expertos e integrantes de pueblos originarios señalaron que el PRI utilizó el bastón de mando con distintos mandatarios, para promover candidatos y gobernadores; quienes entregaban dicho instrumento simbólico en su mayoría eran caciques que controlaban a los pueblos indígenas.

Sin embargo, elementos de diversas comunidades originarias destacaron a EL UNIVERSAL que dicho símbolo tiene otra connotación al sacarlo del contexto de las comunidades indígenas, y que los partidos políticos han cambiado su significado.

El bastón de mando de acuerdo con líderes indígenas es un símbolo de respeto, confianza, servicio, gratitud, representa lo sagrado dependiendo de la cosmovisión que tenga la comunidad (forma de ver el mundo), y este se entrega a la persona que asumirá el cargo y fue electo por el pueblo.

Los pueblos indígenas en México utilizan los sistemas normativos internos, denominados también usos y costumbres, para elegir a sus representantes en la comunidad ya sean regidores, secretarios y el presidente municipal, es una forma de gobierno de las comunidades originarias que utilizan en diversas regiones en una asamblea comunitaria. La cual convocan a toda la comunidad y son quienes deciden a su cabildo, por medio de mano alzada, sin percibir un sueldo por el año o años de servicio.

Francisco López Bárcenas, abogado y exasesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en los acuerdos de San Andrés, perteneciente a la comunidad de la Mixteca, dijo: “Quienes promovieron entregar bastones de mando en la Cuarta Transformación, no son autoridades en los pueblos, ni siquiera tienen legitimidad en su comunidades, son activistas o militantes de partidos políticos”.

Recalcó que en los pueblos es una responsabilidad un cargo, es una cuestión de prestigio y de responsabilidad. “Si alguien entregará el bastón de mando, siendo autoridad lo destituirían”, dijo.

“Es una farsa de los partidos políticos, una ofensa que utilicen el símbolo de autoridad, hacen mal uso de un ritual solemne, es una folklorización que promueven también los indígenas”, agregó.

Ismerai Betanzos, abogada zapoteca, aseguró que aún existe un racismo estructural en la participación de las mujeres indígenas en cargos comunitarios.

Desde los sistemas normativos que no consideraban en algunos casos el género femenino para ser electas en los cargos comunitarios, “la paridad no llegó a las mujeres indígenas, ni afrodescendientes”, declaró.

Asimismo, Xóchitl López Santiago, quien asumió el cargo de presidenta municipal por año y medio en la comunidad de San Miguel Amatlán, que pertenece al distrito de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, opinó que recibir el bastón de mando es una gran responsabilidad que se tiene con la comunidad y equivale a ser una persona honorífica.

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