La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, consideró, ante la bancada de Morena en el Senado, que la despenalización del cannabis favorecerá a los campesinos mexicanos, puesto que dejarán de estar sometidos por el crimen organizado. También perfila que se les permita la siembra y venta de la planta.

“Mis propuestas van en un sentido social, con fines medicinales, así como la regulación en la cadena de siembra, producción y comercialización, con un objetivo muy concreto: que los campesinos puedan obtener permisos de siembra y tengan asegurada la compra del producto.

“No tengo duda de que la despenalización les quitará una espada, esa amenaza que hoy ven sobre sus cabezas por el crimen organizado, que los presiona, extorsiona y somete a la violencia”, explicó.

La titular de la Segob recordó que el Congreso de la Unión tiene hasta el próximo 30 de abril para derogar o modificar los artículos declarados inconstitucionales de la Ley General de Salud, por lo que planteó situaciones que se deben resolver, como los permisos de siembra y cosecha, si la venta será pública o privada, qué modelo regulará las comercializaciones y si se requiere de un ente público que regule o ya existe uno al que se le pueda encomendar esta tarea.

“En mi opinión, la siembra y cosecha se debería permitir sólo para campesinos, pero deberán resolvernos quién podrá vender, bajo qué modelo, cómo se regularán las ventas y si se necesitará una nueva ley o bastaría con la Ley General de Salud”, expresó.

Al respecto, el secretario del rubro, Jorge Alcocer Varela, comentó que se debe formular un reglamento para consumo del cannabis que anteponga la salud de la población y propuso que se establezca la edad de 23 años como la mínima para consumir marihuana.

“Es necesario crear una ruta efectiva de trazabilidad que permita rastrear el origen y destino del producto, desde la semilla, el cultivo, la distribución, el almacenaje y hasta la venta final.

“Esto, con el fin de garantizar la calidad del producto y detectar causas de problemas en todo el proceso. Dado que la madurez cerebral se alcanza a los 23 años, considero necesario aumentar la edad mínima de consumo y tener menos problemas de salud”, señaló.

Afirmó que la prohibición de la planta no ha tenido resultados positivos para los mexicanos: “No hubo una reducción de consumo del cannabis, [al contrario] se provocó una crisis de seguridad pública y también se ha criminalizado a los consumidores. Es importante que se quite ese estigma de aquellos que han consumido la planta”.

Mencionó que, según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) 2016-2017, en México, la marihuana es la tercera droga más consumida, únicamente después del alcohol y el tabaco.

También se revela que su consumo se incrementó en los últimos tiempos en personas de 12 a 65 años, pero el problema se hace más evidente en la población estudiantil: 2.3% de niños de quinto y sexto grado de primaria han probado cannabis por lo menos una vez en su vida y 10.6% de los estudiantes de secundaria y bachillerato han experimentado su consumo.

“Necesitamos implementar esquemas de educación sanitaria. Un punto importante ligado a la prevención es la protección de los grupos vulnerables, como mujeres embarazadas y menores de edad”, resaltó el secretario de Salud.

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