Este lunes en la estación espacial de Cabo Cañaveral, Florida, despegó el cohete Vulcan Centaur, transportando el módulo lunar Peregrine de Astrobotic, con instrumentos científicos de siete países de Latinoamérica, entre ellos México, con el proyecto Colmena formado por cinco microrrobots; sin embargo, se está quedando sin energía.
El alunizaje estaba previsto para mediados de febrero, en una zona cercana al cráter Eratóstenes.
La compañía Astrobotic informó en redes sociales que unas horas después del lanzamiento la nave había experimentado una anomalía que le impedía apuntar sus paneles solares de manera estable hacia el Sol por un fallo en el sistema de propulsión, por lo que éste estaba perdiendo cantidades críticas de energía.
“La batería de la nave espacial está alcanzando su nivel operativo más bajo… antes de entrar en un periodo de interrupción de la comunicación, el equipo desarrolló y ejecutó una maniobra improvisada para reorientar los paneles solares hacia el Sol.
“La nave espacial entró en un periodo esperado de pérdida de comunicación”, refirió la empresa.
Los cinco microrrobots del proyecto Colmena miden alrededor de 10 centímetros de diámetro y cuatro centímetros de altura con un peso de 57 gramos cada uno. Tienen computadoras, sensores de corriente, de voltaje, de proximidad, de temperatura, direccionalidad y de potencial electromagnético.
Está previsto que cada microrrobot trabaje como un centro de medición independiente y mande los datos para su análisis. El total es de 500 gramos.
En el proyecto Colmena participaron 250 estudiantes liderados por el doctor Gustavo Medina Tanco y fue desarrollado en el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Agencia Espacial Mexicana (AEM) participó en la validación y revisión del desarrollo de los microrrobots y el proyecto.
Fases de la misión
La misión Colmena comprende siete fases: lanzamiento, donde se enfrentará al máximo estrés mecánico; durante la fase dos, que es la trayectoria, deberá soportar la alta radiación de la magnetósfera.
La fase tres comprende el alunizaje, contemplado hacia el 23 de febrero, con la expulsión de los microrobots hacia la superficie lunar, tarea que estará a cargo del módulo de despliegue y telecomunicaciones (TDDM) de Colmena.
En la fase cuatro, los microrrobots se desplegarán en la superficie lunar y entrarán a la fase cinco, en la “misión tecnológica”, donde los robots se activarán y comenzarán a buscarse mutuamente para conectarse de manera electrónica con el apoyo de su módulo TDDM.
Durante la fase seis, “misión científica”, harán estudio del regolito, es decir, el polvo lunar, y maniobras para formar un panel. Tras ello, los pequeños robots se apagarán durante 14 días. En la fase siete, en el segundo amanecer lunar, se contempla que los robots se reactiven como un procedimiento adicional de prueba.
El proyecto Colmena es la primera de tres misiones espaciales que se complementarán con otras dos misiones antes de 2030, para desarrollar una capacidad tecnológica que México podría utilizar como herramienta para participar en alianzas estratégicas en la Luna y asteroides.
Lo anterior se da en el marco del proyecto Artemisa de la NASA, para investigación, prospección de recursos naturales o actividad de extracción minera, además de la construcción de estructuras y paneles.
Todo ello permitirá formar recursos humanos calificados en el sector espacial, que servirán como atractivo para la implementación de empresas de alta tecnología en el país.
México y EU hacen historia: embajador Salazar
En redes sociales, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, señaló que ambos países hacen historia.
“Juntos, como amigos y socios, hasta la Luna. México, UNAM y AEM hacen historia en América Latina con la misión Proyecto Colmena, la cual nos une aún más a través de la exploración espacial. Felicito al talento mexicano que participó en este gran logro y a la NASA y al talento de Estados Unidos”, externó el diplomático.
