Más Información
La Fiscalía General de la República (FGR) desmanteló una red y detuvo a cinco mexicanos que comercializaban pornografía infantil a nivel internacional, mediante la operación encubierta a nivel cibernético "Ángel Mancillado", en la que participaron más de 25 países en Europa y América Latina, a través del intercambio de información.
En un operación simultánea, para cumplimentar una orden de cateo girada por un juez especializado para cinco domicilios ubicados en los estados de Guanajuato, San Luis Potosí, Estado de México, Baja California y Quintana Roo, elementos de la Policía Federal Ministerial, adscritos a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada ( SEIDO ), capturaron a los cinco sujetos presuntos administradores de distintos foros en la red social de WhatsApp, donde se compartían contenido pornográfico infantil a nivel internacional.
De acuerdo con la FGR, Fredy “C”, fue ubicado en Benito Juárez, Quintana Roo; Julio “G”, en Ensenada, Baja California; César “O”, en Otumba, Estado de México; José “C”, en San Luis Potosí, San Luis Potosí, y a Jesús “M”, en Celaya, Guanajuato, con apoyo de elementos de las Direcciones Generales de Investigación Policial en Apoyo a Mandamientos y de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol.
Son acusados por su presunta responsabilidad del delito de trata de personas agravado en la modalidad de quien comparta por cualquier medio imágenes consideradas como fotografías y videograbaciones en los que participen una o varias personas menores de 18 años de edad en actos sexuales, con fines sexuales, reales.
A los presuntos tratantes les fueron asegurados 36 dispositivos de almacenamiento electrónico y 15 dispositivos de comunicación móvil, en los que se encontraron imágenes de actos sexuales en los que participaban menores de edad, informó la Fiscalía General de la República.
Quedaron a disposición de un juez de Control en el estado de San Luis Potosí.
Está acción es considerada histórica por la Fiscalía General de la República, en la persecución del delito que violenta y lastima a uno de los grupos vulnerables más importantes para el mundo: la niñez.
La FGR realizó diversas acciones de campo, y destacó que gracias a las áreas de inteligencia, integrada por personal especializado en investigaciones cibernéticas, se llevó a cabo el seguimiento puntual al entramado digital que tenía esta red de personas, comerciálizando desde fotografías, hasta videos con pornografía infantil.
De esta manera se pudo dar con sus domicilios y así ejecutar las órdenes de aprehensión y evitar que siguieran en la impunidad.
