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De 2013 al 31 de julio de 2018, se registraron 373 accidentes de aviación en el país, con una tendencia a la baja, puesto que se pasó de 0.72 incidentes, por cada 10 mil despegues en 2013 a 0.43 hasta julio de 2018, una reducción de 40%, según cifras de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). En ese periodo, ocurrieron 316 accidentes de avión, 158 fueron de aeronaves privadas; 77, de fumigación, 34 en vuelos de instrucción y 28 de taxis aéreos.
En cuanto a helicópteros, hubo 48 accidentes en los últimos cinco años, siendo 2017 en el que más incidentes pasaron (13).
De enero a julio, se tenía el registro de dos accidentes de helicóptero, pero hay que sumar el del pasado 24 de diciembre en el que murieron la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle.
La DGAC considera como accidente de aviación a cualquier suceso por el que se cause la muerte o lesiones graves a personas a bordo de la aeronave y se ocasionen daños estructurales a la aeronave.
El helicóptero en el que murió la gobernadora de Puebla y su esposo era un Agusta Westland 109, modelo 2011, propiedad de la empresa Servicios Aéreos del Altiplano.
En 2010, un Augusta Grand tuvo un accidente al aterrizar en Cuajimalpa, cerca de la caseta de cobro de la carretera México-Toluca. Ahí murieron Moisés Saba Masri, su esposa, Judith Casal; su hijo, Alberto Saba, así como Adela Toachi y el piloto Armando Fernández.
En 2012, el hijo del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa, Juan Armando Hinojosa García, murió en un accidente del helicóptero Agusta Westland 109, al estrellarse en el paraje Las Lomas, en el Estado de México.
En marzo de este año, otro helicóptero tipo Agusta se desplomó dentro de las instalaciones de una empresa dedicada a la venta de gas, en San Juanico, Estado de México.
En el servicio de transporte regular de pasajeros, es decir, en el que prestan las aerolíneas comerciales, se han registrado tres accidentes de avión, todos sin víctimas que lamentar, de 2013 a julio de 2015.
El año más seguro. A nivel internacional, 2017 fue el año más seguro para la aviación comercial, con un registro de sólo 111 accidentes y 13 muertes en todo el mundo, de acuerdo con la firma holandesa de consultoría en aviación To70.
De acuerdo con la DGAC, la incidencia de accidentes en el país presenta una clara tendencia a la baja debido, principalmente, a que todos los vuelos son realizados por aeronaves en condiciones adecuadas de operación, para lo cual se utilizan dos mecanismos de control: el certificado de matrícula y el certificado de aeronavegabilidad, que debe renovarse cada dos años.