La situación legal del expresidente argentino Alberto Fernández se complicó ayer al difundirse fotos de la exprimera dama Fabiola Yáñez golpeada y chats que lo señalan a él como presunto responsable.

Las fotos forman parte de la causa contra el exmandatario iniciada tras la denuncia que ella presentó el martes ante la justicia argentina.

Tras darse a conocer la denuncia, Fernández aseguró el miércoles que las acusaciones son “falsas”.

Sin embargo, ayer el medio Infobae dijo haber obtenido las imágenes que muestran a Yáñez con golpes en la cara y el cuerpo. Esas fotos se las habría mandado ella a él, al reclamarle haberla agredido. Tanto las imágenes como los chats fueron difundidos después por otros medios, como La Nación.

“Esto no funciona así todo el tiempo me golpeas. Es insólito. No puede dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada. Y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeas físicamente. No hay explicación”.

En esas conversaciones, Fernández le habría dicho que se sentía mal y le pedía ir a verla.

Las agresiones ocurrieron, de acuerdo con la denuncia de Yáñez, cuando ella era primera dama y él presidente de Argentina, lo que agrava la situación de Fernández.

La pareja se separó cuando él terminó su periodo como presidente, en diciembre pasado. Ella reside desde entonces en Madrid, España, y él en la capital argentina.

Tras presentarse la denuncia, el juez federal encargado del caso, Julián Ercolini, prohibió que Fernández salga de Argentina, así como “todo tipo de contacto físico, telefónico por línea fija y/o celular, por correo electrónico, sistema de mensajería de texto y/o voz a través de cualquier plataforma, por vía de terceras personas y/o por cualquier otro medio” con Yáñez.

Ercolini dispuso además reemplazar y reforzar la custodia policial de la exprimera dama, por lo que dos efectivos de la Policía Federal Argentina viajarán a Madrid esta semana para relevar al custodio anterior.

De acuerdo con el expediente del caso, Yáñez expresó al magistrado que la custodia policial que tenía asignada hasta ahora era una “persona de confianza” del exmandatario, por lo que solicitó medidas adicionales de protección.

A través de un comunicado en su red social X, Fernández negó las acusaciones y expresó: “La verdad de los hechos es otra. Sólo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora me imputa”.

Fernández está acusado de lesiones, en un contexto de violencia de género. De acuerdo con La Nación, que consultó con abogados y fiscales especializados en la materia. De ser declarado culpable, Fernández podría ser condenado a entre seis meses y dos años de prisión.

Tanto las fotos como los chats estaban en el teléfono celular de la exsecretaria privada de Fernández, María Cantero, que le fue confiscado en el marco de otra pesquisa contra Fernández por corrupción. Al parecer, Yáñez compartió con Cantero esa información cuando le contaba lo que estaba viviendo con el entonces presidente. El juez había contactado a Yáñez en junio tras ver las imágenes para ver si quería denunciar, pero en aquel momento, ella se negó. La Nación y agencias.

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